domingo, octubre 09, 2005


Un punto y nada más.

Un punto. eso fue lo que obtuvo la selección nacional en su expedición a Barranquilla. Y claro, a pesar de los super titulares de los diarios nacionales, la verdad es que se puedo haber ganado mucho más fácil de lo que pareció.
Se sabía que Colombia saldría con todo, estaba dicho: o te mata en los primeros 30 o en el segundo tiempo, por piernas.

Así fue, Colombia salió decidida a intentar obtener el gol de ventaja apenas empezado el partido. Pero la verdad es que sus llegadas carecieron de profundidad y efectividad; es más, Rojas y Contreras fueron más que suficientes para detener cualquier embiste de los Colombianos: ganaron todos los mano a mano.
La línea de tres estaba de más, y se vió como los laterales-volantes pasaron a engrosar la última línea chilena, formando una retaguardia a 5 hombres, absolutamente excesiva. Quizás el mayor problema, y por dodne llegó el gol, fue la banda derecha chilena, custodiada por Villarroel. Pero a pesar de que tuvo responsabilidad en el gol, el lateral no fue del todo culpable.
En una línea de 5, el lateral se abre excesivamente, y "flota" entre la defensa y el medio campo. Quizás un dibujo como el propuesto, esto es una simple línea de 4, hubiese posicionado mejor a Villarroel. Por otra parte, es probable que Acosta se haya apresurado en elegirlo a él por la banda si no estaba en plenitud física. Sobra decir que no hay excesivas alternativas tampoco.

El medioterreno pobre hizo aguas. Si los centrales chilenos estuvieron extraordinarios, un mediocampo a 5 de Colombia (si consideramos los desbordes por las bandas) no tuvo ningún problema para superar a Maldonado y Acuña. Un coladero. Mejor hubiera sido sacarlo a Fuentes, que por lo demás ni se notó, dejar línea de 4 en el fondo, y agregar a Pizarro en funciones mixtas de distribución y quite en el círculo central.
Los hombres en punta, Jimenez y Pinilla, no tuvieron casi chances, excepto por algunos pelotazos largos que entre los dos supieron bajar para rematar al arco, pero sin mayor complicación.

En el segundo tiempo, Acosta hizo lo correcto. Sacó a un central (Contreras, que a pesar de ser figura, supongo que lo habrá sacado porque tenía amarilla) y puso otro delantero (Navia); Villarroel también tuvo que salir por problemas físicos y lo puso a Mirosevic. Lo del de Racing es raro, pues si bien no se trata de un jugador con mucho quite para jugar como lateral por derecha, sus constantes subidas tendieron a frenar la amenaza de Bedoya, quien fue el agente ofesivo principal de Colombia. Pizarro bajó y Jimenéz quedó como enganche; Pinilla pareció un puntero izquierdo, ya que a Pérez no le quedaban piernas para subir. Mal el lado izquierdo, Con Pérez cansado, y Acuña que nunca supo que hacer con el balón. Está bien, nadie le pide fútbol al pelado, pero si quitó 10, perdió otras tantas que crearon situaciones de contragolpe para los cafeteros. Menos mal que no andaban finos en la puntería. Hubiese sido mejor un cambio de lado con Maldonado por izquierda, ya que la subida por derecha estaba segurada con Mirosevic. Acuña podría haberle cubrido las espaldas al mismo, en vez de hacer aguas por izquierda, como sucedió.
En el minuto 64 se produjo lo previsto. Con buenos toques, Chile logró un saque de falta cerca del área rival, que sirvió Pizarro y concretó Rojas con espléndido cabezazo.

Quedaba un cambio para Chile y eran varios los candidatos a salir. Pérez, como se dijo, no tenía ya piernas y si bien corrió con el corazón, los enganches lo dejaron pagando. Pizarro se notaba menos lúcido, pero combinando con Mirosevic parecía que podía crear algo más. Finalmente, Acosta se decidió por sacarlo a Pinilla y poner a Valdivia. Ya estaba dicho, jugar ofensivo no significa jugar con 10 delanteros. Estúpida la reacción de Pinilla, que le recrimina a Acosta sacar a un delantero (él) y poner un creador (Valdivia). La verdad es que después de ver el "circulo virtuoso" que formó Chile con Jiménez, Pizarro, Valdivia y Mirosevic, teniendólo como referencia a Navia, pareció que todo el resto del partido había estado de más. Ese es el Chile que todos queríamos ver, triangulando y desesperando a los colombianos. Ocasiones no faltaron, pero sí la puntería, traicionada por los nervios. Pero fueron los mejores 15 minutos de Chile.

Luego, sólo la especulación: si el DT chileno hubiese dado entrada a Valdivia antes, sin tanta presión por lograr la victoria, lo más sseguro es que el gol hubiese caído de todas formas.

Ahora sólo queda esperar hasta la noche del Miércoles.

1 comentario:

Anónimo dijo...

a vos te gusta el cuatro letras weon