lunes, enero 22, 2007

CELIA HUEVOS

Esta semana tenía la intención de escribir acerca de las posibilidades de los distintos equipos de cara al Torneo de Apertura que ya se aproxima, sin embargo, la performance de Chile ayer contra Brasil me hizo dejar ese tema para otro momento.

Desde esta misma tribuna, y quiero hacerme cargo de ello, se atacó sin contemplaciones a José Sulantay, por lo erradas que resultaron sus decisiones técnicas, a la luz de los dos primeros partidos de la fase grupal.

Contra Perú y Bolivia, el equipo mostró una nueva cara, pero el análisis no resiste la comparación con la pobreza de las dos escuadras más bajas del torneo.

Ya en el hexagonal, la cosa cambió. El primer partido, contra Colombia, arrojó un resultado impensado por lo abultado, pero que dejó entrever ciertas cuestiones que llamaban a la cautela.

Primero, Colombia tuvo 3 chances clarísimas, todas por el sector izquierdo de nuestra defensa, cosa que ya se había hecho notar aquí. Si los cafeteros no se fueron empatados al descanso y no pudieron anotar un par de goles en el complemento, fue producto exclusivamente de la mala puntería de su gran figura, Pino.
Pero el equipo chileno hizo agua por el sector izquierdo, ya que Suárez no entrega confianza suficiente cuando se le exige en velocidad y Carmona no siente la marca por ese sector, puesto que juega a pie cambiado.

No fue novedad, por lo tanto, que Brasil llegara al gol a través del mismo sector, con centros de Amaral en el primero y corrida de Tcho entrando por ese lado en el segundo, toda vez que es sin duda la parcela más endeble de Chile.

Segundo, no es extraño que la mejoría de Chile haya ido de la mano con la inclusión de Vidangossy en el once titular, en desmedro de Grondona.
Ciertamente, la "invención" de Vidal y Sánchez en funciones de creación resultó un fracaso, mientras que la apuesta por el jugador de Unión Española era lo lógico, puesto que ello le permitió a Sánchez jugar más libre y con una sola referencia en el área -Medina-, el cual ha sido muy bien abastecido, pese a que ha desperdiciado notables opciones de gol.

Tercero, y lo más importante: por más que Sánchez y Vidal hayan jugado pésimos partidos -en gran parte, por jugar en funciones anómalas no escogidas por ellos ni en relación a sus cualidades-, son dos jugadores con un peso específico y una "trayectoria" que no puede obviarse en una selección juvenil.
Al tenor de las declaraciones de Borghi, en relación a que "no puede ser que la figura del equipo sea un medio de contención", queda claro que detrás de las primeras críticas de Sulantay a los colocolinos, hubo cierto ánimo de rivalidad con el estratego albo.

Sin duda, hay que reconocer el gran progreso de esta selección, pero ello ha ido aparejado con ciertas modificaciones de todo orden lógico.

De todas formas, quedan algunas interrogantes: ¿Por qué no juega Eric Godoy, si en Wanderers tuvo una destacada actuación y fue integrante de una de las defensas menos batidas del torneo?
¿Por qué Sulantay insiste con el atacante-tipo de la "U" -en la senda de Pinilla, Canales y ahora Medina- si no le han dado los resultados esperados? ¿Por qué no se le da la oportunidad a Jean Paul Pineda, uno de los jugadores con mejor técnica del equipo? ¿Por qué no se le da confianza a
Arenas, autor del gol más hermoso del torneo y que siempre que ha entrado ha sido un aporte en velocidad, dinámica, potencia y gol?.

Como sea, los buenos resultados obtenidos ante Colombia y Brasil han hecho olvidar algunas falencias esenciales de nuestra selección, y aún queda tiempo para corregirlas, pues me parece que la clasificación a Beijing se define ante Uruguay.
Lo importante es mejorar aspectos defensivos evidentes, para que la postal de Arturo Vidal metiendo el segundo penal ante Brasil no sea lo único bueno que se recuerde de este Sudamericano Sub 20.

viernes, enero 12, 2007

SUB-ZERO

El día Jueves 12 de Enero, la sub 20 de Chile derrotó a su similar de Bolivia por 4 tantos a 0, lo que alimenta la esperanza de pasar al hexagonal final donde se definen los 4 grupos para el Mundial de la categoría y los dos cupos para los próximos Juegos Olímpicos.

Si Chile consigue un resultado positivo ante Perú, pasará automáticamente a la siguiente ronda; si empata, ya dependerá de otros resultados.

Sin embargo, si antes del Sudamericano las expectativas cifradas sobre esta selección eran altas, ahora todo se mira con cautela: derrotar por goleada un pobre cuadro de Bolivia sirve sin duda, para ganar confianza, pero no significa haber encontrando el rumbo ni mucho menos.
Y es que los cuadros de Sulantay se caracterizan por sus altibajos -recordar el Mundial sub 20 pasado-, por lo que la responsabilidad que éste le endosa a la supuesta falta de mentalidad del plantel actual merece todas las críticas.

Al respecto, Sulantay ha errado en conceptos básicos, como el manejo de grupos -siempre importante en selecciones jóvenes- y en el sistema a utilizar en cancha.

En primer lugar, y antes de comenzar el periplo en el campeonato, le endosó la responsabilidad a Alexis Sánchez de ser el "Matías Fernández" de esta selección, cuestión que no tiene pies ni cabeza: las características de ambos jugadores difieren profundamente, así como el puesto que ocupan en cancha. Además, en el proceso anterior, Fernández participó en todo su desarrollo que culminó en el Mundial de la categoría, en cambio ahora, Sánchez sólo se integró al grupo antes del Sudamericano y con el cartel de "figura", lo que ciertamente causó los celos del plantel. Es decir, se le atribuyó la responsabilidad a un jugador que venía desgastado físicamente por la campaña de Colo Colo, que no partipó en el proceso anterior al Sudamericano y que pese a ello, era prácticamente el único que tenía su puesto indubitado, por su cartel de "estrella".

En segundo lugar, sindicó a Vidal como referente del equipo, cuestión que sus propios compañeros desestimaron al endosarle la jineta a Carmona, el único "sobreviviente" del proceso anterior.
Vidal es un gran jugador, qué duda cabe, pero la forma en que se le hizo responsable del funcionamiento del equipo no se condice ni con sus condiciones ni con el puesto en que lo situó Sulantay.
¿Resultado? Vidal terminó "amurrado", jugando mal, y expulsado por acumulación de tarjetas ganadas por... protestar.

Tercero, el DT chileno atacó a Chile de no tener peso ofensivo y de su carencia de gol, cuestión que fue rebatida por la unanimidad de los técnicos de divisiones inferiores del fútbol chileno.
Su obsesión por el "biotipo" y la "estatura" lo llevó a nominar a "grandotes" como Grondona y Medina, en desmedro de los "pequeños habilidosos" que sí tiene bastante gol y con éxito probado en Primera División, como es el caso de Rodrigo Tapia o Michael Silva.

Cuarto, y unido a lo anterior, intentó plasmar un sistema de juego basado en la dinámica del mediocampo, sin enganche clásico, y con el "doble 9", lo que provocó un cortocircuito en el equipo, ya que los de la mitad no abastecían correctamente a los de arriba.
Obvio, así no se le hace goles a nadie.

Quinto, y lo peor de todo, eligió un sistema de juego basado en sus convicciones propias más que en los intérpretes que disponía para los distintos puestos.
Así, determinó una defensa de 3, teniendo sólo un central confiable como es Larrondo, además de Vidal.
También eligió una línea de 4 en el mediocampo, no contando con los hombres que aportaran desbordes por los costados, ya que ni Carmona, ni Currimilla ni Vidal son de desequilibrar en velocidad y mandar centros.
Aquí quiero detenerme, porque este es el punto fundamental pro donde pasa el mal juego de Chile, a mí modo de ver.

Vidal ha sido utilizado exitosamente por Borghi como volante por izquierda, pero esto tiene una directa relación con el desborde que por derecha aportan Fierro u Ormeño, es decir, Vidal cumple con la función de dar equilibrio al equipo, pues su puesto natural es el de stopper o central. Vidal no es un carrilero ni mucho menos, pese a que puede cumplir correctamente la función de volante, pero no más que eso.
Carmona es bastante similar, y su posición habitual en Coquimbo es de lateral derecho en línea de 4, lo que para un equipo chico significa compromiso más con la marca que con el desborde.
Currimilla es un 8 clásico, y en Huachipato es utilizado para equilibrar el mediocampo, inclinado hacía la izquierda por la presencia y subida constante del "Pinino" Mas.
El mismo discurso vale para Gary Medel, quien no es un dotado con los pies, tampoco es veloz ni fiero en la marca. Es un buen "cuarto volante", pero no mucho más.

Distinto es el caso de Isla, quien haciéndole honor a su apellido, ha sido la verdadera isla en este océano de nada que es la Sub 20 chilena. Un jugador incisivo, dinámico, con remate de media distancia y que marca bien, a mi parecer es por mucho el más regular del equipo y no tiene discusión en el mediocampo.

De los delanteros, poco se puede comentar. Felipe Flores alejado de su nivel, Medina y Grondona que no crean peligro por aire ni mucho menos con la pelota en los pies, Sánchez que juega de enganche... no es casualidad que de los 6 goles que ha hecho Chile, sólo 1 lo haya marcado un delantero -Sánchez ante Brasil- y los otros 5 han sido por mediocampistas o defensores-2 de Vidangossy, 2 de Larrondo, 1 de Isla-.

Entonces, si Sulantay decidió jugar con dos laterales-volantes, ¿no habría sido mejor convocar a "expertos" en el puesto, como Abarca?.

A mí modo de ver, esta selección debe jugar con los dos únicos centrales que dan confianza, como son Vidal y Larrondo, dos laterales clásicos, con Carmona por derecha y otro por izquierda -Medel podría ser-; dos contenciones, uno con más juego que el otro, con Isla haciendo dupla con Currimilla, por ejemplo; dos jugadores de salida, en la forma de Vidangossy y Arenas, un delantero que se mueva libre por las bandas -Sánchez- y otro vértice de área, que podría ser Medina, Grondona o Flores, ya que ninguno ha demostrado nivel suficiente para ser indiscutido.

Y no es que yo sea amigo del 4-4-2, pero los jugadores -y las caracterísitcas de cada uno- con que cuenta este plantel, parecen adecuarse más a esta forma de juego.

En el arco, Tosselli demostró que hoy por hoy tiene mejor nivel que Leyton, pero quiero hacer una defensa del arquero de Colo Colo.
Me parece que a Leyton le faltan fundamentos teóricos en el puesto, porque por su altura, envergadura y reflejos, es único y no debe desaprovecharse.
Lo cierto es que Leyton llegó casi de improviso al arco de la Selección, porque en primer lugar estaba el -ahora- ex de Colo Colo, Paillaqueo.
La historia de Leyton es bastante particular: en las cadetes de Colo Colo, Leyton era el tercer arquero, por detrás de Paillaqueo y Olivares. Por razones que desconozco, jugó aquél célebre y recordado partido ante Cobreloa en Calama, que le valió el rápido reconocimiento popular.
Posteriormente, tuvo otras intervenciones con Colo Colo, con suerte dispar. Pero el hecho de haber defendido el arco del Cacique le valió la preferencia por sobre el titular de la Sub 20 Paillaqueo, y su reserva Tosselli.
Resulta evidente que si Leyton era el tercer arquero de las cadetes de Colo Colo, debe haber jugado poco y nada, y de un día para otro se encontró con la titularidad de la Sub 20 ad portas del Sudamericano.
Es por esto que sostengo que Leyton fue un descubrimiento, al que no se le han inculcado las directrices y fundamentos necesarios para adecuar sus natas condiciones al puesto más específico del fútbol, como es el de arquero.
No estoy de acuerdo en el trato que ha recibido por parte de Sulantay, porque fue él quién desplazó a Paillaqueo de la lista, sabiendo que Leyton estaba por detrás del mismo en Colo Colo.
El técnico lo ha hecho ver como uno de los grandes responsables del debacle de la Selección en los dos primeros partidos, y si bien tuvo responsabilidad en algunos goles, me parece que es un arquero al que debe trabajársele, porque apenas fue descubierto, fue puesto a atajar sin que se le haya hecho el trabajo y preparación adecuados.


Así las cosas, Chile aún tiene posibilidades de clasificar al hexagonal final, pero Sulantay debe hacer un mea culpa bastante más profundo que decir que "éste es el equipo", refiriéndose al que derrotó a Bolivia, porque no puede darse el lujo de dejar en el banco a Sánchez, acaso el único de los 20 de la delegación chilena que sería titular en cualquier equipo de Primera División, u optar por mandarlo a hacer el rídiculo jugando de enganche, puesto que es el suyo ni de cerca.
Tampoco puede pretender descargar los malos resultados exclusivamente sobre los hombros de los jugadores de Colo Colo -Vidal, Leyton y Flores, además de Sánchez- porque eso sólo demuestra su bajeza y enemistad con Borghi, y no un análisis crítico sobre la forma en que pretende parar a este equipo que, de momento, no juega a nada.