La batalla por Europa: Chelsea y Juventus: ¿Imparables?

A poco andar de las principales ligas europeas, no hay prácticamente sorpresas en la punta de las tablas de las mismas. Acaso lo realmente extraño es la holgada diferencia que separa a los líderes de la Premiership y de la Serie A, de sus escoltas.
Vamos a analizar cada paso en particular.

El Chelsea es un caso especial. Su impresionante campaña pasada y los buenos fichajes realizados en la pretemporada, ya hacían prever una escuadra superior, al menos, al del resto de las de la Premiership. Mourinho tiene a su disposición prácticamente a dos jugadores de talla mundial por puesto. Y no exagero. Su once ideal es, más o menos:
(4-3-3) Cech; Gallas, Terry, Carvalho, Del Horno; Essien, Makelele, Lampard; Duff, Crespo, Robben. Ello deja en la banca a Paulo Ferrerira, Wayne Bridge (lesionado, habrá que ver si le gana la pulseada a un establecido Del Horno), Geremi, Gudjhonsen, Joe Cole y Drogba. Una banca de lujo.
Dicen que todo exceso es malo. Por una parte, los "suplentes" comienzan a resentirse. El camarín se vuelve difícil de controlar. Se pierde la mística del grupo y cada uno lucha por un puesto. Otros van a querer irse. Puede decirse que en Inglaterra existen varias "copas" y que eso da posibilidad de jugar a todo el plantel, pero para jugadores consagrados eso no es un consuelo.
Pero sí Mourinho es inteligente -y sí lo es-, una vez amañada la clasificacíón a octavos de final de la Championsle dará descanso a los "titulares" y la rotación también se hará presente en la liga doméstica, por cuanto ya cuentan con un colchón importante de ventaja. Tampoco hay que olvidar la cuestión de las lesiones.
Quizás el único punto bajo de este plantel es su falta de experiencia. La escuadra no debe promediar más de 25 años, y sólo Crespo y Makelele pueden considerarse "experimentados". La maduración futbolística de Lampard y Terry, sus dos referentes, también debería aportar.
La verdad es que el Chelsea no debiera tener problemas para lograr su segundo título de liga consecutivo. Por ahí consiguen el doblete junto a la FA Cup. Pero en mi opinión, no debieran pasar de semifinales de la Champions League.Luego volveré sobre este punto.

La Juventus, por su parte, es un caso bien distinto. No tiene la amplia banca del Chelsea, pero tiene un 11 estelar de miedo, con: (4-4-2) Buffon; Zebiná (ojo que Blasi lo está haciendo muy bien), Thuram, Cannavaro, Zambrotta; Camoranesi, Emerson, Vierira, Nedved; Ibrahimovic y Trezeguet.
Además, cuenta con el técnico más exitoso de la historia (no hablo de ganador, porque quizás no ha ganado tantos títulos -su carrera es relativamente corta- pero ha dirigido 4 equipos y ha campeonado localmente con todos ellos), Fabio Capello.
Por encima, es el equipo que, al menos en apariencia, más desea y ansía la "Orejona". Lo tiene a Nedved, que hace ya 3 años desea revancha, primero por no poder disputar la final contra el Milan, y segundo, porque su equipo no la ganó. Prometió no retirarse hasta obtenerla. Cuenta también con una escuadra plagada de excelentes jugadores que, aparte de ligas, no van a pasar a la historia por haber ganado algo (obvia la salvedad para los franceses, que fueron campeones del mundo y de Europa; Emerson no fue al mundial pasado; no tengo certeza sobre si salió campeón el 94) y que ven como poco a poco se les va pasando el tren: ahí caben Cannavaro, el mismo Nedved, e incluso Del Piero tenga gusto a poco. Junto a ellos están los más jóvenes Buffon, Zambrotta, Ibrahimovic, sabedores de que otro equipo como el de este año dificilmente se repita. Todo, entonces, parece apuntar a que este será el año de la Juventus.
Sin embargo, pueden ocurrir algunos hechos que vean truncado este anhelo.
Primero, ya lo dicho: el plantel de la Juventus es muy corto y sus jugadores son muy proclives a las lesiones (ya está visto: Nedved, Del Piero, Trezeguet). Los suplentes, salvo en ofensiva -y sólo hasta cierto punto- no ofrecen las garantías necesarias.
Si bien por ahora está sacando ventajas que le permitan uno que otro tropezón más adelante, después del parate de invierno (verano acá) no habrá margen de error. Ya demostró ante el Parma que sin sus titulares carece de la contundencia que la caracteriza.
Segundo, y teniendo en cuenta lo anterior, el próximo año se juega el Mundial. Ningún jugador querrá perderse la magna cita y quizás en el sprint de final de temporada tan desgastador, y considerando un calendario de partidos muchísimo más apretado que el del año pasado (se van a jugar más fechas entresemana, precisamente por la celebración del mundial), los jugadores no hagan su máximo esfuerzo para llegar de la mejor forma a la cita mundialista. Se podría decir que este punto afecta a la mayoría de las escuadras "grandes", pero en la Vecchia Signora se acrecienta, dado que toda su oncena titular es titular indiscutido en sus respectivas selecciones e incluso varios de los suplentes (Mutu, Del Piero, Zalayeta, Oliveira, Blasi, Kovac).
Tercero, la ansía de Champions puede descuidar el torneo local, y quien mucho abarca, poco aprieta. Díganmelo a mí que soy del Milan. Un cuadro complicado en la fase de eliminación directa de la Champions, podría ser devastadora para sus aspiraciones en Serie A.
Cuarto, el exitismo. Si la escuadra continúa su racha ganadora, podría sentirse triunfadora antes de entrar a la cancha, y eso en un torneo tan complicado como el italiano, puede ser fatal.
Quinto, la presión. La Juventus no es una escuadra aplanadora que le pase por encima a sus rivales, sino que es de corte más bien cínico. Habrá que ver hasta cuando le basta el 1-0.
Sexto, el camarín. Los hechos le han dado la razón a Capello en cuanto a sentarlo a Del Piero, pero su influencia y el ser ícono e ídolo de la hinchada no va a dejar de tensar el ambiente entre el capitán y el DT.
Séptimo, su carácter de imparable. Le ha ocurrido a otros equipos históricos y existosos, que ante la imagen de invencibles que proyectan, los equipos "chicos" le hacen mejores partidos; los jugadores de estos equipos saben que una actuación descollante frente al equipo de moda los pondrá en el ojo del huracán y en la prensa. Una vez que enreden puntos ante estos equipos, los demás también querrán hacerle "partido" a los bianconeri y los titulares serán del tenor "no era tan invencible". Ese estímulo es muy negativo, pues la presión y la ansía se apodera de los jugadores del equipo otrora "invencible" y querrán recuperar su cartel de tal.
En fin, la aparición de uno o más de estos factores puede hacer detonar una bomba de tiempo. Capello se caracteriza por ser campeón de ligas, pues sabe administrar la ventaja obtenida tempranamente, como ocurre hoy. Pero los torneos de Copa, como la Champions League, son otra cosa. Y como éste fue sindicado ya a comienzos de temporada como el objetivo primero de la Juventus, algo podría ir mal.

Retomo el tema Champions que postergué antes.
De un tiempo a esta parte, los "tapados" se han tomado Europa. En el 2003, cuando Milan se coronó Campeón de Europa, era un equipo mucho más modesto que el de hoy. No lo tenía a Kaká ni a Cafú, por mencionar algunos. No era ni por mucho la favorita. La impresionante campaña goleadora de Superpippo en esa sola Champions, le valió ser reconocido como ídolo y artífice de la conquista. De ahí que para muchos resulte extraño porqué es tan idolatrado él y no, por ejemplo, Shevchenko, por los tiffosi del Milan. El 2004 Europa vió campeón al Porto, que no entraba en los planes de nadie. Ese mismo año, Grecia se corona campeón a nivel de selecciones. Una locura. la pasada temporada 2004/05, el Liverpool, "gigante dormido" obtuvo su quinta "orejuda". Tampoco entraba en los planes de nadie.
Con esta breve reseña, no quiero decir que este año nuevamente un "tapado" vaya a coronarse Campeón, sino tan sólo poner atajo a los exisitstas que ya ven la final Chelsea-Juventus. La imprevisibilidad del fútbol es lo que lo hace tan interesante y debatido. Pero ello no quiere decir que sea imposible analizarlo.
En mi opinión, la tónica de éstos años ha sido que el equipo que a medida que avanza y se va dando cuenta de sus potencialidades como tal es el que triunfa. Aquél que parte con la secreta esperanza de ganar, pero que nadie lo da como seguro ganador. Aquél equipo que ya desde el camarín siente una mística especial, y para el que los partidos no son un mero trámite. Aquél que siente, sufre y disfruta con cada derrota y cada triunfo, y que con esa mezcla tan importante, logra conformar un espíritu ganador y una fortaleza que los nombres o carteles por sí solos no construyen. En fin, aquél equipo que cada minuto y cada partido debe demostrarse a sí mismo y a los demás que existe y que en el fondo, son once contra once, por más perogrullada que parezca esto, y que al término de cada partido, sale fortalecido sin importar el resultado, aprendiendo de las malas, manteniendo los pies sobre la tierra en las buenas.
Me refiero a por ejemplo, esa mística que hizo campeón al Liverpool la temporada pasada, pero parece haber muerto con las recientes declaraciones exitistas de Benítez, a quien consideraba un gran entrenador pero una mejor persona. El 4-1 propinado por el Chelsea quizás los haga despertar y entender que el sueño de ser campeones ya pasó y ahora hay que vovler a entregarse, volver a demostrar y volver a ganar.
Con todo esto, no quiero decir tampoco que la Champions sea una cuestión tan sublime que sólo basta el espíritu para vencerla. También se requiere un buen plantel. Pero sobretodo, un buen "equipo".
En este contexto, veo más como candidatos a la gloria no a los "gigantes imparables", quienes demostrarán, a la larga, pies de hierro, sino a equipos que han logrado un andamiaje y solidez superiores. Me refiero, por ejemplo, al Barcelona.
Los culés podrán alegar -con toda razón- que les robaron su pase a semifinales, con ese gol fatídico de Terry. Pero este año puede ser su revancha. No han hecho mayores contrataciones, pero sí precisas. Van Bommel ha demostrado su plusvalía en el poco tiempo que ha tenido en cancha, y el mismo le permitirá volver a la zaga a Márquez, formando un tandém buenísimo junto a Puyol. La vuelta de los numerosos lesionados dela temporada pasada, les permite tener un recambio más que decente. Ello sumado al destape de Messi, quien por ahora juega como debe hacerlo: sin miedo, pues no tiene nada que perder. Probablemente este estilo de juego no le dure para siempre (recordemos como fue cuando Kaká llegó al Milan y su posterior temporada), pero le permite a Rikjaard tener amplísimas variantes en ofensiva. Y es precisamente esa política de confianza a su jugadores, la de no venderlos cuando estaban lesioandos, esperarlos y darles nuevas chances, la que pude contribuir a crear la mística de la que vengo hablando.
El Milán por su parte, tiene el factor psicológico que le puede jugar en contra o a favor. Y sí, por que ante las reiteradas frustraciones del último tiempo (La Coruña, Esstambul, San Siro ante la Juve), puede sacar fuerzas de flaqueza de sus numerosos campeones. Y estos sí que deben sentirse como que se les va el tren. A Maldini, Costacurta, Stam, Dida, Vieri, Cafú, quizás les queden un par de temporadas activos, pero para soñar en triunfos grandes, parece ser la última. Es impresionante lo que el Capitán ha realizado este inicio de temporada, antes de la cual ya pensaba en su retiro anticipado. Su corazón no tiene tamaño. Además, y frente a lo que significa el mundial, muchos quieren jugarse sus fichas . Allí lo tenemos a Ambrosini, el mismo Vieri, Inzaghi cuando vuelva, Gilardino, (que aún no demuestra su verdadero potencial, se lo ve ansioso), Seedorf (absolutamente desconsiderado por Van Basten para la tulipán). Además, el factor edad, que muchas veces se da como un contra para este equipo, puede jugarle a favor, por cuanto varios ya están retirados de la selección y no buscan un puesto en el Mundial (Maldini, Stam, Rui Costa, acaso Inzaghi).
Por otro lado, la presión de obtener triunfos no es que se haya ido, pero la verdad es que en estos momentos pesa más sobre la Juventus y el Inter. Casi como que todos entendieron que esta generación rossonera terminó. Y eso me hace creer -y esperar, como hincha- que calladitos se pongan el overol nuevamente para recuperar el orgullo perdido.
Ojo también con el Real Madrid. Si existe un equipo de fútbol en el mundo imparable, es la selección brasileña. Y el Madrid no anda lejos de eso. A los 5 brasileños actuales (partiendo por el DT, sumado a Roberto Carlos, Robinho, Ronaldo y Julio Baptista) seguramente se les sumará Cicinho en Enero, que es el relevo natural de Cafú en el scratch. Ello unido al buen momento de Beckham y Raúl, la relajación de Zidane (pues ya no pasa toda la responsabilidad por sus pies) y la seguridad de Iker Casillas al arco, puede redundar en el protagonismo blanco. Si Woodgate se afirma, junto a Helguera formarían una buena dupla defensiva. El problema sigue siendo un "5" de calidad, pues Gravesen y Pablo García, si bien quitan 5, pierden 10. Quizás su mayor obstáculo será el largo de su plantilla, pero en la ventana de transferencias de Enero, si es que el Madrid anda bien, no faltarán los millones.
Finalmente, equipos como el Bayern Múnich, el Manchester y el Lyon pueden dar la sorpresa.
Los alemanes, exitosos en su liga, ya quieren más y cuentan con un buen plantel. De la misma forma, Alemania, a través de su equipo más popular, querrá empezarse a candidatear desde ya de cara al Mundial. Si logran levantarlo a Podolski en Enero, junto a Makaay formarían un ataque de lujo.
El Manchester no tiene nada que perder. La liga de su país se ve demasiado lejana, por lo tanto podrán concentrarse en Europa. Si bien sufren lesiones en casi todos los puestos, no creo que tengan mayores dificultades para pasar a segunda ronda, y eso ya se empieza a jugar en Febrero del próximo año, fecha en la cual habrán recuperado a parte importante de su plantilla. Además, hace rato dejaron de tener colgado el cartel de favoritos, y ya vimos como término el Liverpool. Por lo demás, cuentan con un 11 estelar que le hace el peso a cualquiera. Si terminan primeros su grupo, cuestión absolutamente probable, evitarán casi con toda seguridad su mala suerte del año pasado, en que el sorteo les determinó al Milan.
Los Franceses del Lyon hace rato dejaron de ser una promesa. Aburridos de ganar su liga, se sienten capaces de llegar más lejos. Acaso el año pasado tuvieron mala suerte, pues todo se definió ante el PSV por penales, y el equipo holándes de la temporada pasada sí que era un duro de roer. Ahora ya dieron el aviso y le metieron 3 al Real Madrid. Podrían terminar primeros su grupo, por encima delos españoles, esperando un sorteo favorables en octavo y ya de ahí en adelante es otra cosa.
Más abajo, equipos como Villarreal, Benfica y Fenerbahce buscarán sorprender. Los españoles la tiene un poco más fácil, pues peuden meterse segundos detrás del Manchester y no es osado pensar en su presencia en octavos. Con su garra sudamericana podrían doblegar y llegar a cuartos. Nuevamente, de ahí para adelante, los equipos se crecen y pasa cualquier cosa. El Benfica cuenta con un Miccoli inspiradísimo y jugándose sus cartuchos para ser convocado por Lippi, pero no parece ser suficiente.
Los turcos andan empinados y con Alex y Anelka rindiendo como lo están haciendo, junto al ghanés Appiah, forman una escuadra sólida que ya lemetió 3 al PSV en Holanda y lo puso en aprietos al Milán en el mismísimo San Siro.
Con toda seguridad pasarán la ronda el Arsenal y algún otro alemán, pero no los veo con chances ni siquiera de sorprender.