miércoles, mayo 23, 2007

NADA QUE DEMOSTRAR

El 8 de agosto de 2006 no fue un día cualquiera.
Exactamente un mes después de haberse consagrado Campeón del Mundo, Filippo Inzaghi cumplió 33 años.
No tendría por qué haber estado donde estuvo, pero afortunadamente para nosotros, así fue.
Sin haber tenido vacaciones, sin haber realizado pretemporada, Inzaghi y sus compañeros se vieron obligados a jugar de porrazo el preliminar de la Champions League frente al Estrella Roja de Belgrado.
Sin contrataciones, ya sin Shevchenko y con Kaká como promesa electoral de Calderón, el 8 de agosto de 2006 Milan ganó 1-0 el partido de ida en San Siro. Gol de Superpippo.

El partido de vuelta se jugó en el Maracaná de Belgrado y lo ganó el Milan 2-1, con goles de Inzaghi y Kaká.
Pero para esa fecha, 22 de agosto, la escuadra lombarda había perdido tambien a Stam y Rui Costa, y la mayoría de jugadores de renombre habían recalado en otros clubes europeos.
Milan coqueteó con Ibrahimovic y Zambrotta, pero la incertidumbre respecto de la participación en Champions League del cuadro rossonero, derivó en que ambos jugadores terminaran fichando por el Inter y Barcelona, respectivamente.

Entonces, ya con el Milan clasificado a la fase grupal del torneo continental, la UEFA, a través de Platini, manifestó que iba a poner "especial atención" en los partidos del equipo, denostando y poniendo en tela de juicio la integridad de un club que, más que cómplice de Moggi y su asociación ilícita, fue otra víctima, tanto así que hace poco se descubrió que el ex juventino había amañado el enfrenatmiento Milan-Juventus, que de haber ganado el cuadro rossonero, seguramente habría sido campeón liguero en Italia.
El asunto es que 9 meses después, y luego del 3-2 en Manchester, el mismo Platini declaró que el partido había sido "un spot del fútbol", y el Milan dió un paso gigante hacia la Final sin ningún tipo de irregularidades arbitrales.

Hoy, el mismo Inzaghi que metió el primer gol de la temporada rossonera en esta Copa, se matriculó con los dos tantos que le dieron al Milan su séptima corona europea.

Toda esta situación hizo que esta temporada fuera especial para los lombardos, porque injustamente casi se vieron despojados de disputar la Champions League, la UEFA los apuntó con el dedo, el Inter arrasó en la competencia interna y no hubo potenciamiento del equipo, es más, si uno mira la delantera de la final de Estambul, se daría cuenta que la dupla Shevchenko-Crespo es, en el papel, mucho más que un Inzaghi solitario.

Pero ahí estaba el eterno, el rebotero, el oportunista, el "póngale-el-adjetivo-que-quiera": sólo en un país miope futbolísticamente como Chile se critica al que hace goles que no son muy bonitos.
La capacidad frente al arco de Superpippo tiene pocos parangones y pedirle más sería una exageración y un despropósito: él es así, tómelo o déjelo.
Y hago el hincapié en este punto: ¿Por qué el Milan, un equipo que ha ganado todo, que alcanzó 3 finales en los últimos 5 años, no se cuestiona tener a un jugador como Inzaghi, sino que lo agradece, mientras en nuestro país se le mira por debajo del hombro, siendo que no hemos ganado nada? ¿Por qué el Milan reconoce sus limitaciones y juega con un sólo delantero, y aquí cada vez que algún técnico osa hacer semejante estupidez, se le crucifica?
Porque más allá del eterno lugar común del catenaccio italiano, Milan salió a jugar así porque no tenía más, porque alinear juntos a Inzaghi y Gilardino es prácticamente jugar con 9 cuando no se ataca.

El asunto de fondo es que es casi un milagro deportivo que este equipo haya llegado a la final, porque es un plantel, hombre por hombre, muy inferior a muchos en Europa, pero así y todo, se las arregló para golear al United, el equipo vedette de la temporada y que según muchos, era el mejor europeo.

La temporada más especial la abre y la cierra el mismo jugador, parte y termina en los botines de Filippo Inzaghi, y él no tiene por qué darle explicaciones a nadie: no será técnico ni habilidoso, pero sus ganas y fortaleza mental seguro son la envidia de tipos como Henry o Ronaldinho, porque él hace lo suyo y lo hace cuando más importa: en las finales. Lo demás, es puro bla bla.
No hay nada que Superpippo tenga que demostrarle al mundo.

PIPPO O GILA: ESA ES LA CUESTIÓN

Tan sólo la duda de quién irá en punta subsiste con miras a la finalísima de Atenas entre Milan y Liverpool.
Si todo sigue su curso normal, los equipos saltarían a la cancha así:

MILAN (4-3-2-1): Dida; Oddo, Nesta, Maldini, Jankulovski; Gattuso, Pirlo, Ambrosini; Kaká, Seedorf; Inzaghi (Gilardino).

LIVERPOOL (4-4-1-1-): Reina; Finnan, Carragher, Agger, Riise; Pennant, Mascherano, Xabi Alonso, Zenden (González, Kewell); Gerrard; Kuyt.

Los equipos llegan en inmejorables condiciones físicas y prácticamente sin lesionados, por lo que ambos DT tendrán sus planteles enteros a disposición.
Así, mientras Liverpool lleva un par de semanas de retiro en Suiza preparándose exclusivamente para esta final, el Milan no presentó titulares en el último partido liguero, al haber asegurado matemáticamente la fecha anterior su clasificación a la próxima Champions League.

Pese a ello, será importante para el equipo italiano lograr una victoria medianamente tranquilizadora antes de la mitad del segundo tiempo, ya que ha sido precisamente en los últimos tramos de la etapa complementaria cuando más sufrió (contra el United en Manchester, donde le metieron 2, contra el Bayern Munich en San Siro, cuando le empataron en el último minuto), debido al bajón físico que experimenta el equipo como consecuencia de la avanzada edad de la mayoría de los integrantes del 11 inicial, tal como lo ha expresado Ancelotti.

Desde la perspectiva táctica, las últimas líneas de ambos equipos son similares: la dupla de centrales del Milan tiene a favor la experiencia de Maldini y el espectacular momento de Sandro Nesta, mientras que el Liverpool presenta al espectacular Carragher y Agger añade la variable del remate de media distancia.
Los laterales tambien poseen características parecidas, pues mientras Finnan y Oddo son eminentemente defensivos, Jankulovski y Riise poseen vocación ofensiva y remate haciendo la diagonal.

El sector mediano del Milan es netamente italiano: Gattuso, Pirlo y Ambrosini otorgan una primera barrera difícil de sobrepasar, al tiempo que Liverpool responde con dos "5" bien marcados como Mascherano y Xabi Alonso, y dos volantes externos, Pennant y Zenden (o Mark González).
Los duelos claves se vivirán entre Gattuso y Gerrard (que jugará libre), dos que se tienen muchas ganas (en la autobiografía del capitán del Liverpool, éste se refiere al todoterreno italiano como "gatito"), y Mascherano y Kaká.

En la ofensiva, mientras el equipo inglés no otorgará una referencia clara -Kuyt tiene tendencia a moverse por todo el frente del ataque y Gerrard lo secundará un poco más retrasado-, el Milan, ya sea con Inzaghi o Gilardino, otorga un terminal al cual atenerse, siendo asistido por Seedorf desde la mitad hacia la izquierda y por Kaká desde el medio hacia la derecha.
La elección del único punta rossonero ofrece distintas alternativas, ya que de optar Inzaghi, se buscará otorgarle pelotas con ventaja para que el delantero quede mano a mano con Reina, donde no suele fallar. Por el contrario, si Ancelotti elige a Gilardino, se apelará a su envergadura física y capacidad de aguantar el balón de espaldas al arco, para dejar en posición de tiro a Seedorf, Kaká o Pirlo.
Benítez, por su parte, apostará a un mediocampo poblado, de rápida recuperación y seguramente usará -y abusará- del remate de media distancia, contando para ello con Gerrard, Riise, Zenden, Xabi Alonso o el mismo Kuyt.

La variable de los balones detenidos es otro factor importante, por cuanto el Milan de Ancelotti ha tenido históricamente problemas con éstas, al tiempo que Benítez las trabaja como nadie, con muchas alternativas de jugadas de laboratorio.
En lo que respecta a lanzamientos directos, ambos planteles cuentan con buenos especialistas: Pirlo, Seedorf y Jankulovski por el lado milanés, Gerrard, Agger y Riise por el cuadro inglés.

En los arcos, la situación es dispar.
Dida es un decide partidos, y esto está lejos de ser un halago: o las saca todas y es figura, o se come lo increíble y es villano.
Reina, en cambio, viene crecidísimo, al ser el principal responsable de que su equipo esté en esta final, habiendo sido figura en la tanda de penales contra el Chelsea. Sin ser un deslumbrante, es un arquero sobrio y más regular -aunque no mejor- que Dida.

Las variantes que ofrecen las bancas tambien pueden ser fundamentales.
Por el lado del Milan, Kaladze es una prenda en caso que alguno de los centrales se lesione o que se decida mandar a Maldini a marcar por izquierda.
Serginho es otra variable a considerar, ya que con su velocidad y centros precisos, sirve como abrelatas ante defensas muy cerradas, como seguramente será la del Liverpool, lo que igualmente se aplica a Cafú, que si bien no está para 90 minutos, ingresando en el complemento puede ser decisivo.
Liverpool, me parece, tiene mejor banca: si se ve en desventaja, puede sacar a Pennant, yendo Gerrard a marcar el sector derecho, y poner a Crouch o Kewell en ofensiva.
González ofrece la alternativa de la velocidad y los centros, versus la tendencia a disparar al arco de Zenden.
Finalmente, Arbeloa puede ingresar a marcar por izquierda, adelantándose Riise.

En mi opinión, el duelo es excesivamente parejo, si bien las características de los equipos son muy distintas, con un Milan más técnico y de juego asociado (el circuito de Pirlo, Kaká y Seedorf), y un Liverpool que se basa en su poder como conjunto, su fortaleza física, y los cañoneros de la mitad (pienso en un medio campo con Gerrard, Zenden, Riise, Xabi: te disparan por todos lados).

Pero sin duda, la cuestión definitiva pasa en cómo canalicen los jugadores rossoneros la final de hace dos años.
La opción de la vendetta, existe, a mí modo de ver, sólo desde la óptica del fraseo: la final de Estambul se perdió, y se perdió nomás: de ganar en Atenas, esa mancha horrible no se borraría de todos modos.
Sin embargo, para los 7 jugadores del Milan que estuvieron esa fatídica noche (Dida, Nesta, Maldini, Gattuso, Pirlo, Seedorf y Kaká) será más fácil asimilar que los errores que se cometieron en aquella ocasión no pueden volver a repetirse, en cambio, los del Liverpool tienen claro que una remontada así se da cada 100 años.

El otro aspecto que otorga cierto favoritismo al Milan, es la experiencia de su plantel: Oddo, Nesta, Pirlo, Gattuso, Inzaghi y Gilardino vienen de ser Campeones del Mundo; Maldini jugará su ¡octava! final de Champions League; Seedorf ha sido campeón de esta Copa con tres equipos distintos (Ajax, Real Madrid y Milan).
Pero la experiencia no sirve de nada si no va acompañda del hambre de gloria: Jankulovski disputará el encuentro más importante de su carrera y Kaká se juega la chance de ratificar que, hoy por hoy, es el mejor del Mundo: un triunfo del Milan, sin dudas, le valdría el Balón de Oro.

En la vereda opuesta, sólo 4 jugadores se repetirán el plato en relación a Estambul: Carragher, Gerrard, Xabi Alonso, Zenden, pero atención, que fueron precisamente esos 4 -junto a Dudek-, los protagonistas de la hazaña de Turquía (Gerrard, Alonso y Zenden anotaron los 3 goles que forzaron los penales, mientras que Carragher conmovió al Mundo por cómo terminó jugando, casi en una pierna).
El resto, son jugadores jóvenes con ganas de quedar en la historia y habrá que ver como manejan la ansiedad.

En fin, un choque como el de Estambul es irrepetible, ya que en esa ocasión el Liverpool tenía más ganas que nadie, puesto que siendo un grande de Europa, no ganaba la Copa hacía 2 décadas, mientras que el Milan había vencido a Juventus hacía sólo dos años.
Hoy, esos papeles se invierten, con un Milan muchísimo más motivado y un Liverpool conocedor de que lo realizado hace dos años quedará para siempre en la memoria del Fútbol.

Creo -y quiero- que lo gana el Milan, porque esta temporada ha sido un tapabocas para muchos: hace poco se conoció que los de Ancelotti, lejos de ser responsables y cómplices del Moggiopoli, fueron víctimas, cuando se supo cómo la Juventus amañó el empate en el enfrentamiento directo de la temporada anterior y que de ganarlo, habría significado casi con seguridad el título liguero para los milanistas.
Luego de un Mundial, casi sin pretemporada de por medio, con una quita de puntos, obligados a jugar el preliminar de Champions y habiendo perdido a Shevchenko, Rui Costa y Stam, nadie daba un peso por este equipo, incluyéndome, por eso, cuando en septiembre pasado Maldini afirmaba que "nos vemos en Atenas", todos se reían.
Pero Il Capitano cumplió y quiere levantar la "Orejuda" por quinta vez.

lunes, mayo 14, 2007

600 VECES PAOLO

El 20 de enero de 1985, contra Udinese, un hombre debutó por el Milan.
Más de 22 años después -exactamente el 13 de mayo de 2007-, ese hombre enteró 600 partidos de Serie A, sin haberse calzado jamás otra camiseta.

Ese hombre, en sus dos décadas de carrera, ganó 7 Scudettos, 1 Coppa Italia, 5 Súper Copas Italianas, 4 Champions League, 4 Súper Copas Europeas y 2 Copas Intercontinentales.

Por su país, obtuvo el tercer lugar en el Mundial de Italia '90 y el vicecampeonato en Estados Unidos '94.
Pese a que Marcelo Lippi insistió hasta el final, no acudió a Alemania '06 a saldar su única cuenta pendiente, obtener un Mundial.

Ese hombre está tan ligado a su club y a su ciudad, que de la alteración de las letras que conforman su apellido se puede formar Di Milan.

Ese hombre echa por tierra el concepto de que las banderas no existen, de que sólo en Sudamérica el amor por la camiseta importa, de que el carnet manda.

Paolo Maldini. Cualquier cosa que pueda decir sobre él será poco.

miércoles, mayo 09, 2007

EL FIN DE UN CICLO, EL COMIENZO DE UNA ERA

Tratar de explicar futbolísticamente lo ocurrido anoche en pastos de Macul no tiene sentido.
Que Sánchez estrelle el balón en un poste, rebote en la espalda del arquero y no entre; que Vidal cabecee y desvíe fuera la pelota casi en la línea de sentencia; que después de haber buscado el gol utilizando todas las variantes posibles y termine entrando reboteado, son sucesos que no sólo no se explican futbolísticamente, sino que desafían derechamente las leyes de la física.

Se podrá decir que falto suerte -los propios- o jerarquía -los extraños-.
Lo cierto es que faltó algo, pero no sólo a este Colo Colo, sino que a un país entero, la eterna y metafísica chaucha pa'l peso.

Y el título de este post tiene que ver con esto: el ciclo de Colo Colo -de este Colo Colo- ha terminado, aunque formalmente la data de fin sea junio próximo.
El término puede ser más o menos feliz, según si se obtiene el tricampeonato o no.
Incluso, y en la afirmativa, la obtención de un lejano -aún- tetracampeonato no supondría la extensión de este ciclo, sino el comienzo feliz de uno nuevo.

¿Qué es lo que marca, entonces, un ciclo? A mí modo de ver, es la concreción de una pauta para hacer de una determinada forma las cosas. Y me parece que la ruta marcada por este Colo Colo perdurará por largo tiempo: es ahí donde radica el término del ciclo -el presente, el de transición-, ya que la fórmula usada se seguirá repitiendo dados los frutos obtenidos y hasta seguir obteniéndolos, entonces, cuando ya no funcione más, se reformulará todo y se acabará la era.

Los puntos vitales del camino marcado por Colo Colo tienen que ver con una institución sólida, que no vende al primero sino al mejor postor, que paga -y bastante bien- los sueldos el día que corresponde y que se propone metas ambiciosas pero no irrealizables.
Desde el aspecto técnico, el trabajo coordinado entre el primer equipo y las inferiores comienza a dar sus primeros frutos, lo que permite que los jóvenes que debutan en Primera no lo hagan bajo presiones excesivas.
En este sentido, el tener un equipo en Tercera División permite mantener en cierto ritmo de competencia a las promesas juveniles, pero lo destacable -y más allá de si a mi me gusta el esquema o no- es la coordinación existente entre los cuerpos técnicos: es decir, si el primer equipo juega de un determinado modo, las cadetes lo hacen asimismo, lo que en definitiva crea una fisonomía, actitud y personalidad de club que haga decir "este es Colo Colo y así juega".

Si bien existen tareas pendientes, como la remodelación del estadio y sus accesos, el precio de las entradas el día de ayer, etc., y han habido falencias en las contrataciones de jugadores -sobretodo los extranjeros-, la idea basal es buena: existen mercados en América inferiores económicamente al nuestro, por lo que el esfuerzo debe centrarse en detectar -y aquí ha estado el verdadero problema- jugadores de proyección (y en cualquier caso, buenos jugadores) en esos países y no incurrir en la práctica casi consuetudinaria de traer argentinos de segunda o tercerca división, porque ya en ninguna parte del mundo se juega sólo con el pasaporte.

Y es aquí donde vuelvo al principio, cuando hablaba de la supuesta falta de jerarquía de Colo Colo: ¿Cómo se supone que un equipo va a tener jerarquía internacional si en la competencia local arrasa?
Es decir, está bien, me gusta ganar los clásicos, pero no puede ser que en un año hayamos goleado dos veces -con una final ganada entremedio- al otro equipo "grande" del país. Esto no es competencia.
Porque hoy -anoche- fue Colo Colo el que quedó eliminado de la Libertadores y es la alegría de la contra, pero deben saber en su fuero bien interno que si a Colo Colo supuestamente le faltó jerarquía, a otro equipo chileno lo hubiesen boleteado allá y acá, y es así.

En conclusión, Colo Colo ya cometió todos los errores que el comienzo de una era implica -manoseo a Jozic, Espina y Pizarro incluído-, por lo que los demás equipos chilenos no tienen excusas para no hacerlo bien de aquí en más. De lo contrario, sus únicas alegrías van a seguir siendo vernos caer en torneos internacionales.

Hay hechos que ya actualmente demuestran fehacientemente lo que digo: la competencia de Primera B en nuestro país tenía apenas 12 equipos la temporada pasada, mientras que la Primera A tenía 20.
Esta situación permitió que la competencia en Primera B fuera mucho más apasionante en términos de incertidumbre de quién saldría campeón, quién iba al descenso, etc., mientras en la A, Colo Colo ganaba y ganaba.
Incluso, esa misma competencia de la B presentaba asistencias de público envidiadas por equipos de la A, con Ñublense como ejemplo más palpable.
Tampoco deja de ser extraño que en la repesca, Lota Schwager -de la B- haya ascendido ganándole a Rangers -de la A-.
El corolario de toda esta situación es que hoy dos equipos recien ascendidos, como son Melipilla y Ñublense, sean animadores del la Primera A y tengan excelentes asistencias (para el medio nacional) de público como local.
Por lo tanto, ha quedado demostrado que en nuestro país una serie de honor no da para 20 equipos, pues no sólo se da el absurdo de que el ascenso tenga casi la mitad de equipos que la Primera A, sino que además se violenta de manera extrema lo que debe entenderse como competencia interna, con todo lo que ello implica.

Sólo cuando en Chile haya un máximo de 16 equipos en Primera A se verá realmente un campeonato apasionante, con mucha más gente yendo a las canchas, con todos los equipos peleando por algo.
Ello, unido al seguimiento del ejemplo institucional de Colo Colo, creando un mercado futbolístico atractivo, que atraiga figuras -no pido a Ronaldinho por si acaso-, permitirá que se puedan pelear cosas en serio en el plano internacional.

lunes, mayo 07, 2007

SE PASARON


Que diario Marca es algo así como el Daily Mirror de los diarios deportivos, todos sabemos.
Que diario Marca saca portadas absurdas que los dejan en ridículo de vez en cuando, por ejemplo, aquella del Mundial de Alemania 2006 en que pusieron algo así como "Maradona, Pelé y...¡NIÑO TORRES!", también lo sabemos.
Que diario Marca es un un burdo panfleto del Real Madrid, se sabe.
Que diario Marca infla a los jugadores españoles, no constituye novedad.

Pero que diario Marca "agrande" -literalmente- tanto a Beckham...
Sólo les faltó decir que el 23 se violó al Sevilla. Se pasaron.

jueves, mayo 03, 2007

EL BOMBARDEADO


La presión te mató.
Borghi, eres un tipo simpático, haces sentir bárbaro a tus jugadores, eres adorado por los periodistas y envidiado por tus pares.
Tu persona -y tu personalidad- no es el problema: el problema es que eres el técnico de Colo Colo.
¿Qué significa ser técnico de Colo Colo? significa que tu temor por viajar en avión es un tema nacional. Tambien significa que siempre te exijan más y no puedas cuestionarlo. Significa que todos quieren ganarte y verte en el suelo. Significa que la pérdida de cabello es sólo la consecuencia física de la chichita con que te estás curando.
Significa, sobretodo, que te debes a la mayoría del país, al pueblo y no a los medios, ni mucho menos, a los extranjeros.

Porque si eres técnico de Colo Colo, no puedes -no debes- ni mirar de reojo otros equipos, otras bancas, otros dólares.
No puedes cansar a tus jugadores hablándoles del cansancio, de conspiraciones inexistentes, del aprovechamiento de los rivales, por que todo eso es parte del juego.
Pero lo que nunca jamás debes hacer es quejarte de la Libertadores.
La Copa -así, con mayúsculas- es un destino escrito. Es parte del calendario de cada año.
La Copa es una institución en nuestro Club, jugarla es una obligación. Y no sólo en estos tiempos de bonanza económica, es una obligación siempre: recuerda que tambien fuimos campeones en la quiebra.
La Copa se puede perder, pero siempre viene la del próximo año.
En La Copa hemos sufrido traspiés dolorosos, pero da lo mismo: Qué importa si nos eliminó Quilmes por diferencia de goles, si esa participación fue producto de un puñado de jóvenes salidos del semillero, cuando nadie daba un peso por ellos. Qué importa perder 5-3 en México si "Chupete" iba a buscarla adentro siempre, con dignidad. Qué importa lo que digan los rivales internos y sus burlas, si estamos orgullosos de ser colocolinos y ellos cambian de equipo cada semana, según cuál sea nuestro rival.

No, Borghi, La Copa no tiene la culpa. De La Copa no te puedes quejar.

La culpa la tiene tu simplismo, tu poca planificación, tu "salgan a la cancha y hagan lo que quieran", tu "nos paramos de igual a igual en todas las canchas", tu "este equipo no sabe defender", tu "perdimos con la nuestra", tu "Colo Colo no se preocupa del rival, siempre jugamos igual", tu "nos pasó la cuenta el cansancio", en fin, tu irresponsabilidad, porque esto es Colo Colo y no "tu" equipo.

No puede ser que siempre que le crucen la pelota al equipo termine en gol, ni que en un año y medio hayamos marcado 3 veces de córner -recuerdo un cabezazo de Riffo, otro de Vidal ante Bolognesi y otro del colombiano González- si Colo Colo se crea un promedio de 10 tiros de esquina por partido, ni menos que de esos 10 córners a favor salgan otras tantas situaciones de contragolpe, sólo por tu obcecación de no practicar táctica fija.
Tampoco puede ser que nadie remate de media distancia, ni que si Suazo no marca en 3 partidos nadie más haga goles.
Es inexplicable que todos los resultados pasen por Jerez: si va de titular, es el primero en salir; si va de suplente, es el primero en entrar.
No comprendo cómo frente al América paras una defensa que no se conoce y le echas la culpa a Jara, si el primer gol fue culpa de Cejas y de los de al medio que no apretaron, el segundo se lo comió todito Fierro y el tercero fue de un córner -bah, verdad que no los trabajas-.

Finalmente, me duele -y esto si que va en serio- y me molesta que "tu" Colo Colo sea sólo el de las goleadas, el de los Valdivia, los Suazo y los Fernández, y no el de los juveniles y "alternativos", los que -déjame recordarte- te han sacado de muchos apuros, cómo ese 2 a 2 el año pasado en Calama o el 1 a 0 frente a Puerto Montt ¿lo recuerdas?, porque ellos también juegan con la Alba y con la insignia del Cacique en el pecho y merecen que "su" técnico los dirija y acompañe, no que te quedes en Santiago ¿preparando? la revancha del martes próximo.

Esto es así, y entiéndelo bien, o eres el técnico del Popular las 24 horas y te dedicas en serio, o te curas del estrés que te está matando, porque no es tu carrera la que está en juego, no es tu honor ni tu proyección internacional, es mucho más: es nuestro Colo Colo y su dignidad.

PD 1: Jugadores: el martes, y quiero que lo sepan, me da lo mismo el resultado. La eliminatoria está demasiado complicada y está dentro de toda posibilidad razonable perder.
Pero, lo saben, al colocolino le da lo mismo cómo ganar, pero no cómo perder.
Con el Vidal frente a Argentina, el Riffo frente a la U (y en realidad, como siempre), el Suazo frente a Chivas, el Sánchez frente a Caracas y el Fierro frente a LDU, quedo conforme.

PD 2: Dirigentes: ¿En qué mente estúpida cabe que se cobre ¡5 mil pesos!, cuándo el equipo necesita más apoyo que nunca? En esta, nisiquiera las matemáticas los acompañan.