domingo, julio 30, 2006

LA VIDA SIN EL "10"

Escuché la estadística, pero no la retuve. Lo cierto es que hace bastante tiempo que no se daba que los 3 grandes del fútbol chileno no perdían en una misma fecha.

En la previa al inicio del Clausura 2006, el escenario institucional y deportivo de los 3 clubes -Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica- se presentaba disímil.

Colo Colo parece vivir aún la luna de miel por el Campeonato recién obtenido. La venta a buen precio de determinados jugadores -Bravo, Valdivia, Mancilla- fue cubierta con contrataciones de primer nivel para el medio nacional: Cejas, Caneo y Sánchez. Por otra parte, la estabilidad económica del club permitió que la intertemporada se llevara a cabo de forma normal, concentrándose sólo en el aspecto deportivo.
Estas razones llevaron a pensar que Colo Colo partiría arransando con sus rivales, ya que la base del equipo campeón se mantuvo. Sin embargo, el rendimiento en los dos partidos disputados (empate a 1 contra Antofagasta; derrota 0-3 frente a Everton) ha sido paupérrimo.

Universidad de Chile tiene en el "debe" la derrota en la final pasada; la ida de Dorguett, Candelo, Alcázar y Fernández; la declaración de quiebra; los problemas con el síndico; y la "teleserie" Marcelo Salas. Con todo, logró armar un plantel competitivo, pero la intertemporada realizada brilló por el pésimo ambiente en que se desarrolló, por las razones ya dichas.

Universidad Católica no tuvo mucha mejor suerte. A la intempestiva ida del "Polo" Quinteros, sucedió la detección de la falta de plaquetas de quien venía a ocupar su lugar, el paraguayo Cantero. Para reemplazar a Conca, llegó el también argentino Fabbro, pero no pudo debutar porque no llegó el pase. Todo mal.

Sin embargo, el mal inicio de torneo de estos equipos tiene un común denominador: a todos les falta un "10", un conductor.
Colo Colo perdió a Valdivia. OK, lo tiene a Fernández, pero "Pelusa" nunca ha sido un organizador de juego, no es un enganche. Es un jugador desequilibrante cerca del área, no lejos de ella. Él tiene que ser protagonista de la jugada, terminarla.
La "U" perdió a Candelo, de rendimiento irregular, pero que fue clave en los playoffs. Su reemplazante, Cisterna (y no CISTERNASSSSSSS) es un buen jugador, nada más. Cuando digo buen jugador, me refiero a uno que está por sobre la media, pero que dista de ser un crack. No se si le pesará la camiseta, porque con dos partidos es imposible emitir un juicio definitivo, pero lo que está claro es que no es un jugador que marcará diferencias ni que se vaya a poner el equipo al hombro.
La Católica entrenó toda la semana con Fabbro en función de enganche, con buenos resultados según el reporte de periodistas. Recién el viernes se supo que no llegaba el transfer, y no pudo jugar. Está bien que Arrué sea un gran jugador, pero tampoco es un enganche. La gran ventaja que otorga Arrué es que ocupa nominalmente la plaza de un volante de contención, pero que se une sin problemas a la creación.

Como sea, mucho se podrá discutir del mal momento deportivo de los 3 grandes de Chile. Lo único cierto es que todos están mancos de un "10".
En lo personal, no creo que el enganche sea un dogma en el fútbol. Los hechos así lo demuestran, pese a que a mí modo de ver siempre se agradece el jugador "distinto". Mi gusto personal se queda con el "10" moderno (a lo Kaká), y no con el "clásico" (a lo Riquelme).
Por lo mismo, la falta del jugador en cuestión no es una excusa insoslayable: equipos que han ganado algo hay en todas partes, y no todos lo han hecho con un "10".

Entonces, la pregunta cae de cajón: ¿necesariedad o mera coincidencia?

lunes, julio 17, 2006

NO TODO ESTÁ PERDIDO

El título de este post va dedicado a Karl-Heinz Rummenige. ¿A pito de qué? A pito de sus declaraciones.
El otrora astro germano, hoy dirigente del Bayern Münich, señaló que no iría por los jugadores afectados por el Moggiopoli. ¿Por qué? Porque, en sus palabras, eso constituiría "desmenuzar un cadáver". Puede parecer una metáfora exagerada, pero refleja con certeza el aprovechamiento que pretenden hacer los demás grandes clubes europeos con sus pares italianos.

No me voy a cansar de decirlo: me da asco, vergüenza, ver como titulan los principales diarios deportivos españoles, como si esto se tratara de un supermercado (puede que piensen que soy un romántico, pero creo que no es tan así) donde el que "pesca" (como ellos dicen) más barato, es el más vivo.
Hablan de "vendetta" juventina, porque el bianconero no quiere desprenderse de sus figuras a precio de huevo, en supuesta venganza por la deserción de Capello en favor del Real Madrid.

Ya ni siquiera me voy a detener a repudiar la actuación de este señor Capello, acaso el mayor mercenario del fútbol mundial, quién allá donde va, pide armar un equipazo, luego sale campeón (era que no, si siempre le han dado en el gusto con todos los fichajes que solicita) y se va. Siempre es así, siempre ha sido así. Me encantaría ver a Capello como se las arregla con éste Real Madrid, con el de Helguera y Pavón en defensa, con el de Gravesen y Guti en la contención. A ver cómo le iría.
Hasta tal punto llega el nivel de manipulación de la prensa española del Madrid, que estos días no han hecho más que alabar el hecho de que Capello haga correr a sus jugadores en la pretemporada. ¿Perdón, no se supone que eso es lo que hacen todos los equipos en la pretemporada? Ah, claro, es que Capello es tan exigente... este es un entrenador de verdad.

Seamos sinceros. El Real Madrid está desesperado. O mejor dicho, Calderón -recientemente electo presidente- y Mijatovic -director deportivo- lo están. ¿Por qué? Porque este señor, para sentarse en el sillón principal del club de Chamartín, prometió (afírmense) a Kaká, Robben y Cesc. Eso para empezar. Pero también habló de Diarra, Carvalho, Heinze, Adriano, Ibrahimovic, Cristiano Ronaldo, Ribery y varios otros. Osea, casi nada.

Pero el tiro le salió por la culata. No se había percatado de que Cesc está a gusto en Arsenal, donde tienen un proyecto de largo plazo basado en fichar jóvenes; tampoco que Robben es el regalón de Mourinho, y como tal, ante la chequera rápida del Madrid, le sale al paso la chequera gorda de Abramovich. Menos que Kaká renovaría hasta el 2011 en el Milan, sin mencionar que a Berlusconi plata tampoco le falta y no tardó en dejar claro que lo de Shevchenko fue una excepción.
Ante este escenario, Calderón tuvo que salir a buscar nuevos jugadores: su palabra empeñada, sus promesas de campaña, todo, se iba a la basura. Un papelón terrible. La solución que se le ocurrió ya la conocemos todos.

Entonces, vino el "ofertón" de alrededor de 30 millones de dólares por el "pack" que incluiría a Cannavaro, Zambrotta y Emerson. La "yapa" sería Balzaretti. Y la sopresa: la presentación de la nueva indumentaria del Real Madrid que ¡no incluye las líneas verticales negras!

Dentro de este turbio escenario, voces como la del Bayern Münich, a la que se sumó la reciente proclama del Arsenal inglés, se agradecen.
Pero lo de Rummenige no es ninguna (positiva) novedad.
Cuando Moggi aún se paseaba impune, le levantó al central Robert Kovac, interfiriendo en la renovación de su contrato con la escuadra germana. Luego, éste quedó libre y se fue gratis a Juventus. Lo mismo ocurrió con Samuel Kuffour, aunque en este caso, el mismo Moggi declaró que se lo "dejó" a la Roma.
No contento con eso, el calvo dirigente juventino quiso hacer lo mismo con Sagnol, lo que provocó que Rummenige declarara que este tipo actuaba de forma "mafiosa". Al poco tiempo de dichas declaraciones, salió a la luz el escándalo que todos conocemos. Karl-Heinz no se equivocaba.

Ahora, cuando el alemán podría aprovechar la ruina del club que le jugó chueco, interviniendo en las tratativas de renovación de sus jugadores para llevárselos gratis, declara lo que motiva este post.

Por gente como él, pienso que no todo está perdido.





viernes, julio 14, 2006

USTED LO SUPO PRIMERO EN PASIÓN POR LA *7*

Estoy en estado de shock. Mañana (hoy día) a las 8 de la tarde (hora italiana), 2 de la tarde hora chilena, el Presidente de la CAF Ruperto, leerá la sentencia (apelable) del "Moggiopoli". Será transmitida en directo (espero que por RAI).

Juventus en Serie B, con penalización. Entre 9 y 15 puntos.

Lazio y Fiorentina también descenderán a Serie B, con una penalización menor: entre 3 y 6 puntos.

Milan permanece en Serie A, pero se queda sin Champions. Penalización entre 3 y 9 puntos.

Alizanza milanesa para frenar el "robo del siglo" de Real Madrid: entre ambos clubes irían por Trezeguet, Ibrahimovic (Inter), Cannavaro y Zambrotta (Milan).

Kaká también se quedaría en Milan.

Gatusso y Gilardino ya prometieron amor eterno, incluso en Serie B. Se cierra el discurso Pirlo, ya que Milan mantendría la categoría. Lo mismo que el caso Nesta.

Jiménez iría a uno entre la Roma y el Inter.

Mañana la ratificación.

lunes, julio 10, 2006

CHAO MUFA: ITALIA TETRACAMPEÓN


El 9 de Julio del 2006 será recordado como el día en que Italia se sacó todas las mufas y saldó todas las cuentas pendientes para levantar su 4º Copa del Mundo.
Que Italia gane una definición a penales ya es noticia. Que le gane a Francia, su bestia negra desde hace 20 años, también. Que le devuelva la mano a Alemania ganando el Mundial en su casa, sin duda era otra cuenta que estaba pendiente.

El primer tiempo del partido tuvo un buen nivel, sobretodo porque se sucedieron goles tempraneros por ambos cuadros que hacían presagiar una final con un marcador generoso.
En este contexto, Materazzi fue el actor principal del primer acto: ¿Cometió? un penal sobre Malouda que Zidane convirtió en gol majestuosamente. Después de esa acción, tuvo un rechazo hacia atrás que casi desemboca en autogol. Parecía que el "flaco" no estaba en su día.
Pero a los 16' se eleva más que todos y, tras centro pasado de Pirlo desde el córner, anota el empate.

El segundo tiempo estuvo condicionado por la lesión de Vieira, baja sensible en la medular francesa, y por los nefastos cambios de Lippi.
De Rossi y Iaquinta reemplazaron a Totti y a Perrotta. Digo que fueron malos cambios porque estaba clara la estrategia de Lippi: hacer ingresar a Inzaghi o Gilardino después de que Toni desgastara a los defensores franceses. Con los cambios que realizó, y conociendo la escasa capacidad física de Camoranesi, ya se sabía quien sería el tercer sustituido.

Así, Italia prácticamente jugó con 10 todo el partido: Totti no apareció nunca, y cuando fue sustituido, Camoranesi desapareció (aunque tampoco fue factor anteriormente); Del Piero reemplazó al argentino nacionalizado, pero tampoco hizo nada (aparte del penal).

El error de Lippi fue confiar en 3 jugadores -los descritos- cuya merma física siempre provocó la inferioridad italiana. Ello, unido al desgaste propio de la función de Toni, hizo que el alargue fuera un suplicio para los que hoy vistieron de azul.

Todo esto resulta inexplicable si se considera que Iaquinta había hecho un partidazo contra Alemania cuando entró, y en mi opinión debió haber sido titular en esta final. Eso hubiera dejado un cambio libre para la entrada de otro delantero que reemplazara a Toni, lo que hubiera dado mayor volumen ofensivo a la squadra azzurra. Por lo demás, esa fue la forma en que ganó varios partidos Italia: con los jugadores de refresco.

Así las cosas, los 90' regulares terminaron empatados 1-1. La final entraba en la prórroga, y eso, a priori, favorecía a los franceses ya que tenían dos cambios disponibles.
El alargue fue prácticamente un monólogo francés, pero los de Domenech se encontraron a un inconmensurable Buffon, que ahogó al menos dos veces el grito de gol fránces.

Cuando el partido olía a penales, es el técnico francés el que erra los cambios. Trezeguet entró por Henry (incomprensible, no por una cuestión futbolísitica, pero si no confió en el delantero juventino en todo el campeonato, no lo podía mandar a morir en la final) y Wiltord reemplazó a Ribery. Ello, unido a la incomprensible reacción de Zidane, que en definitiva provocó su expulsión, hizo que Francia se quedara sin sus 3 cartas de gol seguras en la definición a penales: Henry, Zidane y Ribery, las figuras galas del campeonato.

Fin de los 120 y desde el disco estuvieron todos muy acertados, excepto Trezeguet, aunque convengamos que tuvo una dosis de mala fortuna. Grosso, el de los goles y de los momentos importantes, convirtió el quinto penal para Italia y lo demás es historia conocida.

Italia no tenía un plantel rutilante, pero sí lleno de buenos jugadores con mucho amor propio y mucha convicción, lo que se demostró finalmente en cómo patearon los penales.
Se le puede criticar la falta de lujos e individualidades a este equipo, pero entre ver a un Riquelme o un Ronaldinho transpirando abulia y siendo incapaces de recrear lo hecho de manera perfecta en comerciales, me quedo con la entrega de estos jugadores.

La concentración absoluta de Buffon en todos los partidos, la correctísima faena de Zambrotta, la altura y perfección de Cannavaro, el esfuerzo de Materazzi, siempre al alero de un infortunado Nesta, el desequilibrio de Grosso, la garra del incansable Gatusso, la técnica y visión del regista Pirlo, la función silenciosa de Perrota, socio de todos, las ganas de Camoranesi (aunque se haya quedado en sólo eso), los chispazos de Totti, lo combativo de Toni, luchador solitario en ataque la mayoría de las veces, la velocidad y desbordes de Iaquinta, de los 23, la nominación más polémica, y el aporte de los demás integrantes del plantel, hicieron recordar que ante todo, el fútbol es un deporte de conjunto: si no hubo una figura excelsa en este Mundial, hubo un equipo.

Sólo un autogol y un penal discutible pateado por el más grande, pudieron batir la resistencia del conjunto italiano. Materazzi y Toni, con dos goles cada uno, fueron los "goleadores". 8 jugadores más anotaron para la squadra. La mitad de los goles fueron marcados por jugadores que ingresaron desde la banca. Todo nos habla de un conjunto más allá de individualidades.

Estoy convencido de que si el Mundial se definiera en un sistema "todos-contra-todos" el campeón hubiera sido otro. Pero aquí valieron más las ganas y el deseo, el hambre de gloria. Finalmente, la habilidad y la técnica se mueven por dólares. Lo otro, no.

sábado, julio 08, 2006

EL MUNDIAL SIN ARGENTINA (PARA EL RESTO DE LATINOAMÉRICA)

Soy chileno, vivo en Chile y tengo TV cable. Estoy resfriado terriblemente, y no me ha quedado otra que ver tele. Como lo único que veo casi todo el día son los canales ESPN, ESPN+, TyC Sports y FOX Sports, no puede dejar de importarme que Argentina haya sido eliminada del Mundial.

Claro, porque en la víspera de la final del Mundial, no se habla de otra cosa que... ELIZONDO ARBITRARÁ LA FINAL.
Uno espera que si hay 4 canales dedicados al deporte, con reporteros todo el día en Alemania, con miles de panelistas, técnicos, ex jugadores, etc., se hable de lo que importa, de quién jugará, de cómo se pararán los equipos, del ambiente, que se yo... de las cosas que los argentinos cubren cuando se juega algún partido un domingo cualquiera. Pero nada de eso.
Como ellos fueron eliminados, todos los latinoamericanos tenemos que aguantar que de lo único que se hable es lo buen árbitro que es Elizondo (no cabe ninguna duda), de lo que siente Elizondo, qué pensará Elizondo, cómo dormirá Elizondo... todo acompañado de pildoritas del tipo "ELIZONDO GANÓ SU MUNDIAL".

El 70% del tiempo de los programas dedicados del Mundial tratan del tema Elizondo. El resto del tiempo se trata de despotricar gratuitamente contra el Mundial, porque claro, se fue Argentina y ninguno de los equipos que queda, juega. Y comienzan las entrevistas a viejos amargos (disculpen, pero es la verdad) de que todo tiempo pasado fue mejor, bla bla bla.

Para los argentinos, da lo mismo que Ayala haya sido el más regular y el mejor de su selección (y si no, roza). Pero es incomprensible que Cannavaro sea una de las figuras del Mundial, porque eso demostraría -en su opinión- el bajo nivel del fútbol exhibido.
Importa que Mascherano quite balones y entregue decentemente. Pero Vieira y Pirlo no pueden ser los mejores mediocentros del mundo. No pueden aunque lo quiten todo, lo corran todo y asistan (Pirlo mejor que un "10") y anoten. Eso sólo demuestra el bajo nivel del Mundial. ¡Cómo se te ocurre pensar que un contención pueda ser la figura del Mundial!

Tampoco importa que Grosso, un simple y vil "3" defina como definió, que se haya mandado una jugada que derivó en un penal (inventado), nada importa. Porque a Sorín le arman el equipo para que pueda jugar libremente, en cambio Grosso sabe atacar, pero también defender. Pero eso a nadie le importa.
Obviamente, es absolutamente intrascendente que Sagnol defienda más y mejor que Burdisso y que cuando se manda al ataque, centre muy bien.

Qúe decir de Luca Toni. Un jugador que hace 31 goles en una temporada, es cualquier cosa. O por lo menos, no es más que Crespo (no discuto su calidad, incluso me gusta, pero esta temporada no pasó de los 10 goles). Pero para el gordo Marcelo Palacios (lo más parecido que ví a Gonzalo Cacéres) es impresentable ver jugadores así y que sean profesionales. Me pregunto que ve, entonces, en Martín Palermo, aparte de que usa la camiseta de Boca Juniors.

Da lo mismo que Zidane haya ganado un Mundial sin delanteros (gol de Blanc a Paraguay, dos goles de Thuram a Croacia, goles de Zidane a Brasil): si no hace un gol pasándose a 4 jugadores, es un buen jugador, pero jamás entrara en la historia de los grandes.

Es cualquier cosa que el "10" italiano haya estado casi un año sin jugar y empezara a entrenar una semana antes del Mundial, y que pese a todo ello, haya gravitado más que Riquelme.

En fin, ejemplos sobran. Me parece una falta de profesionalismo y un exceso de "hinchismo" (para eso me mandan a mí a cubrir el Mundial -y no cobraría-) la verdadera falta de respeto con los televidentes latinoamericanos, condenados a ver como durante 3 días no se habla de otra cosa del bodrío que significa el Mundial (si ellos estuvieran en la final, probablemente sería el mejor Mundial de la historia) desde que Argentina no está, de lo buen árbitro que es Elizondo y de lo pobre que son las selecciones que están en la final.

Me dirán: cambia de canal. ¡Pero si quiero fútbol! ¡El Mundial no ha terminado señores! Esperamos 4 años para una sola cosa. Por favor... todo, todo, las clasificatorias, los 23 que van por cada selección, la designación de los cabezas de serie, el sorteo, la fase de grupos, los cruces de octavos, todo, todo tiene un sólo corolario: EL PARTIDO DEL DOMINGO, LA DEFINICIÓN DEL CAMPEÓN. Y se habla de cualquier cosa menos de eso. No entiendo nada.


jueves, julio 06, 2006

EL CLUB DE LOS FRACASADOS

El domingo se jugará la final del Mundial Alemania 2006 y tendrá como protagonistas a la Francia del "Maestro" (me parece que a partir de este Mundial simplemente se le recordará así, es decir, ya se institucionalizó el apodo) Zidane y al "patito feo", Italia.

Pero al margen de la expectación netamente futbolística, quiero hacer un parentésis para comentar algunas cosas que suceden fuera de la cancha.

Lo de Italia me conmueve. Del equipo titular, sólo Grosso, Materazzi, Perrotta y Totti no tienen vinculación directa con el escándalo "Moggiopoli". Todos los demás o ya piensan arrancar de sus equipos o están asumidos de que no jugarán en la división de honor.
El primero en irse, no podía ser de otra forma, fue el DT Capello. No es la primera vez. Ya lo hizo antes, dejando a la Roma casi en la quiebra para irse a la Juventus (levantándole 3 jugadores), después que el club romano se la jugó toda por él, armándole un equipo increíble con el que salió campeón.

Ahora, con la Juventus prácticamente condenada -al menos- a la Serie B, se fue. Y ya convocó a la estampida.
Un DT que busca sacar provecho de su ex equipo de la forma que lo hace Capello, tiene un sólo nombre: sinvergüenza.
Ni una palabra de apoyo, ni un reconocimiento a un club que se lo dió todo. Nada de nada. Y nadie le está pidiendo que se hundiera con el barco -mal que mal él no está involucrado (aunque cuesta creer que no sabía nada)- sino simplemente que no se aproveche de una manera tan descarada del que cayó.

Pero ya recaló en España, donde toda la prensa del país está esperando ver hundidos a los clubes italianos con el único propósito de instar a los clubes locales a comprar a precio de ganga a sus figuras y fortalecer la más hipócrita y sobrevalorada de las ligas de fútbol del mundo: eso me da asco y vergüenza, mucho más allá del escándalo italiano.

Sí, porque les guste o no, aparte de Miguel y Zidane (y algun otro se me puede pasar) ninguno de los jugadores integrantes de las naciones seminifinalistas juegan en La Liga. Y ese tipo de datos no se pueden soslayar. No después de ver los pomposos titulares de los medios españoles, que luego de que su selección le ganó a la debutante Ucrania (que, ojo, llegó una instancia más allá que los ibéricos), ya se situaban en la final.
Notable como tituló el diario Marca en reiteradas ocasiones: luego de que Argentina goleara a Serbia y Montenegro se despachó "CHE PIBE, NOS VEMOS EN LA FINAL"; otro titular para la risa: "ARGENTINA TUVO A MARADONA, BRASIL A PELÉ: NOSOTROS TENEMOS AL NIÑO TORRES"; no pararon las joyitas: "SOMOS EL CUCO DEL MUNDIAL"; pero el mejor, sin duda: "HOY JUBILAMOS A ZIDANE".
Tanta grandilocuencia y surrealismo fueron asesinados por la más cruda de las realidades: el 3-1 inapelable de la Francia. A casa, en octavos... y ellos que pretendían ganar el Mundial, merced a un fútbol intrascendente -"posesión de la pelota", le llaman- y a la ingenuidad -denominándola cínicamente "juventud"-.
Y no pude sino alegrarme. Porque nunca entendí como un país tan mediocre futbolísticamente podía ponerse a la altura de los grandes -¡pero si perdió su grupo de clasificación al Mundial con Serbia y Montenegro!-, si sabe que su liga gira en torno a los extranjeros, si su DT se despacha declaraciones racistas... nunca entendí como teniendo tan poco, y debiendo tanto, siguen mirando al mundo por encima del hombro.

Lo que ocurrirá ahora no hará sino confirmar lo dicho: la prensa española seguirá aplicando presión para que los clubes italianos desciendan (puede sonar estúpido, pero si viene del diario "no oficial" del Real Madrid, me espero cualquier cosa) y así levantarle todos los jugadores: ¿eso es vergüenza deportiva?
Una cosa son las consecuencias de un acto ilícito; otra bien distinta es desearle lo peor al otro y rogar por su desgracia para obtener una ventaja. Eso es propio de los fracasados.

Por eso aplaudo a Italia y apuesto por ellos, porque sus jugadores están dando una demostración de fortaleza, entereza y de cómo mantener la frente en alto: es cierto, hubo dirigentes inescrupulosos (en todas partes los hay, pero aquí los pillaron) y por su culpa, toda una nación está sufriendo la vergüenza de ser mirados como mafiosos y ladrones (por decir lo menos) por el mundo entero. A pesar de ello, esta selección ha devuelto el orgullo a un país que ama tanto el fútbol como a la vida misma (la pasión no es propiedad de los jugadores americanos, por si acaso).

No trato de hacer una apología al soborno, sino sólo quiero decir que el orgullo italiano y el honor de participar por sexta vez en una final de un Campeonato del Mundo están a años luz de la autocomplacencia española, que ahora, más encima, trata de sacar provecho del caído, el mismo caído que le da una lección sobre como ser grande, aún con el mundo pisoteándolos por la culpa del manejo ilegal de algunos dirigentes.

Esos mismos, en cuatro años más -cuando fracasen de nuevo- se van a preguntar: ¿Qué hicimos mal?
La verdad, nada. Simplemente, la mochila del fracaso pesa, y mucho. Pero no se equipara al tonelaje del amor propio y del orgullo. De eso están hechos los grandes.

lunes, julio 03, 2006

DE ARICA A MAGALLANES





Una jornada inolvidable. Ya a las 2 de la tarde, 2 horas antes del partido, la galería norte estaba colmada de blanco, con toda la gente entusiasta y optimista en el triunfo, aunque siempre con la cautela de saber que nos restaban 90 minutos (y un poco más) para la gloria. Sí, porque eso de que llegábamos confiados y sobrados lo inventó la gente de al frente: nosotros simplemente nos dejábamos llevar por el entusiasmo y por los números, esos que decían que ya habíamos vencido a la U en dos ocasiones este año (3-1 en la fase regular y 2-1 Playoffs), pero siempre con cuidado, porque el pueblo colocolino es así: humilde y esforzado.

Ellos llegaban con toda la fe en su supuesta mística y con la creencia de que sacarían fuerzas de flaqueza como ¿siempre? les sucede para dar vuelta resultados y obtener triunfos: hasta donde yo sé, siempre que la U ha salido campeón ha sido merced de equipazos. Nunca han ganado con esa "mística" inventada. Estoy pensando en el "ballet azul", estoy pensando en el Leo Rodríguez y compañía, con Salas en su esplendor... de mística, no recuerdo ninguna.

Llegado el momento, saltan los equipos a la cancha y el recibimiento albo es impresionante.
Comienza el rito unos minutos antes, con todos los colocolinos sosteniendo la polera cruzada manos en alto, y en voz baja se escucha "sale ohhh sale ohhh sale sale ohhh"... el bombo dicta el paso lentamente, hasta que comienzan a verse los pies de los jugadores saliendo por el túnel... entonces comienza la aceleración del bombo y el canto y esas poleras comienzan a girar el aire creando un espectáculo único.
Bengalas, extintores, papel picado, tronadores, serpentinas y fuegos artificiales acompañaron el "sale sale oh" que durante 5 minutos recibió al Eterno Campeón.
Se despliegan una camiseta gigante, una bandera de "La Familia" enorme y otra más en el codo Lautaro. Realmente impresionante.

El partido se desarrolló con polémica. Un primer tiempo demasiado tenso provocó el rápido desenfundar de cartulinas amarillas. Selman -quien a estas alturas debería agregarse una "L" al apellido, leáse SELLman- condicionó las acciones y empezó a tomar el protagonismo habitual.
Su cometido dejó un saldo de dos goles anulados a Suazo -los podemos discutir, pero tampoco habría sido polémica que validara al menos uno- y un penal no cobrado a Valdivia -indiscutible-.

Pero los de al frente no recuerdan estas incidencias ni tampoco el hecho de que Iturra debió ser expulsado por doble amarilla: Para ellos siempre estuvimos contra las cuerdas.

La verdad sea dicha: fuimos sobrepasados, sobretodo el segundo tiempo, pero nunca por garra. Nos ganaron bien, jugando al fútbol.
El ingreso de Candelo otorgó mayor volumen ofensivo a una U que se creció porque Colo Colo, quizás inconscientemente -sabedor de que el empate lo beneficiaba- retrasó sus líneas y trató de hacer lo único que no sabe: aguantar.
Así, cayó el gol en una jugada impecable en que Salas cedió de espaldas para el ingreso destapado de Díaz, quien centró muy bien para que Figueroa empalmara a boca de jarro.

Sin embargo, para la eternidad nadie se acordará de ese gol. Quedará para el debate qué hubiera pasado si Salas define antes y no le da tiempo de llegar a Henríquez, o si hubiese empalmado mejor el cabezazo cuando terminaba el partido, o si Canío no la estrella en el travesaño. O si Candelo no se agrandaba. O si Bravo no se hacía GIGANTE.

Fin de los 90, llega eso que los perdedores llaman "lotería" y los que ganan, cuestión de clase y jerarquía. La final se define por penales.

(Quiero hacer una aclaración: Sólo en Chile los goles de visita de no valen más. De ser así, Colo Colo no tendría que haber sido campeón mediante lanzamientos penales. Hizo dos goles de visita y la U sólo 1. Aquí tampoco existe eso que se llama "ventaja deportiva", que ante el empate en puntos y en goles, otorga la victoria al equipo que logró mejor ubicación en la fase regular. Osea, Colo Colo).

El codo norte no sólo fue testigo privilegiado de los penales, sino que actor fundamental. En el arco tradicionalmente albo se sucedieron los penales:

Fernández acierta el primero, esquinado y cruzado, imposible para Pinto. Salas contesta con zurdazo fuerte al centro y hace el gesto de "silencio".
Suazo define similar a Fernández y es 2-1. Droguett patea pésimo y Bravo ataja.
Mena patea similar a Droguett y Pinto contiene. Candelo se la pica a Bravo y cuando el "Cóndor chico" parecía vencido, se recompone y saca una de la galera, estirando el brazo derecho y conteniendo de la manera más espectacular que haya visto un penal. INCREÍBLE.
Fierro define seguro y pone en ganancia al albo. Figueroa replica y alarga el suspenso.
Aceval, acaso el más cuestionado del primer partido de la final (y durante todo el Campeonato), que había ingresado pocos minutos antes del fin de los 90 reglamentarios, define con una clase inconmensurable, desatando la locura del codo norte en directo, y en diferido para todo el país.



Así, en la cara del "bulla" que se transformó en silencio; así, a puros huevos; así, como lo dimos vuelta en el primer partido y lo definimos por penales en el segundo; así, con la presión de todo un país; así, a estadio lleno de blanco y negro; así, como te gustaría ganarlo a tí:
Así, Colo Colo consigue su estrella 24 a nivel nacional y escribe otra página de gloria en sus memorias. Esa que dice que ha sido Campeón invicto, Tricampeón, Campeón de América, Campeón en la quiebra y Campeón en un clásico. Esas páginas que aún siguen inmaculadas de ese trofeo que la U tiene, que es el único que le falta al Cacique, pero que jamás se lo envidiará: El de segunda división.

"Esta es la pasión del pueblo,
desde un cura hasta un ladrón,
su nombre es Colo Colo,
blanco y negro, su color.

Desde broca que mi padre
me enseñó esta pasión,
ya mi abuelo festejaba
con los goles del Campeón.

La alegría de mi vida
es cantarte en el tablón,
porque el Albo representa
a toda una nación.

Porque somos carnaval, CACIQUE,
pasión popular,
la vida dejo en el tablón, CACIQUE,
te quiero de verdad".