domingo, diciembre 16, 2007

ES SU CASA

Para los quinceañeros colocolinos, la figura de Matías Fernández es sin duda su máximo referente.
Los que se empinan por los cuarenta, de seguro recuerdan con especial devoción a Chamaco Valdés y a Caszely, al tiempo que en la memoria de los más veteranos, Platko y Robledo ocupan un lugar esencial.
Nosotros -mi generación- crecimos junto al mito de Marcelo Pablo Barticciotto Cicaré, ese argentino proveniente de Huracán que llegó a Chile siendo una joven promesa para quedarse en el corazón de todos los que sentimos a Colo Colo como parte importante de nuestras vidas.

Lo del "7" y Colo Colo fue un amor a primera vista que con el paso de los años se transformaría en un vínculo indisoluble.
Tanto es así que el 30 de Septiembre de 1989, frente a Peñarol y con ocasión de la inauguración del Monumental, "Barti" inscribiría su nombre para siempre en la historia grande del Cacique, al anotar el primer gol en los pastos de David Arellano.


La historia que sigue la conocemos: "Barti" fue tricampeón con Colo Colo entre los años 1989 y 1991, además de ganar otras tantas Copa Chile.
Su primer ciclo en el Popular lo coronó con la obtención de la Copa Libertadores del año 1991, logro en el cual fue pieza fundamental. Uno de sus goles más recordados fue el anotado ante Boca Juniors en la semifinal de aquel torneo.


Luego de un paso por México, Marcelo volvió a Chile para jugar por Católica en 1995, pero su corazón le jugó una mala pasada al anotar por los cruzados en un clásico y pedirle perdón a la hinchada alba.
Ese gesto gatilló su salida del elenco de la franja para ponerse nuevamente, y ya para siempre, la número 7 de Colo Colo.

En esta segunda etapa gana tres campeonatos más ('96, '97 y '98) y cuando tenía decidido retirarse al término de la temporada 2001, Pizarro, DT albo en ese momento, le pide que juegue un año más, ya que Colo Colo atravesaba su peor momento institucional al habérsele declarado la quiebra y el equipo era demasiado novel.
"Barti" aportó toda su experiencia desde el camarín ya que jugó realmente poco y nuevamente se proclamó Campeón el 2002, en el recordado y mítico campeonato en la quiebra.

Cinco años después, en esos mismos pastos de Macul, pero esta vez como entrenador de Universidad de Concepción, dió vuelta la semifinal ante Audax (perdió como local en el partido de ida por 2-3) al ganar 1-3, dirigiendo a un cuadro que es su fiel reflejo: buen fútbol y mucha, pero muchísima garra. Y qué va a hacer, si estaba en su casa.

Hoy, Colo Colo intentará abrochar su llave ante Universidad de Chile: de conseguirlo, la final de este Clausura 2007 vería a un Monumental repleto para ovacionar nuevamente, y como tantas otras veces, al más grande de todos los tiempos, el eterno Marcelo Pablo Barticciotto Cicaré.

*** apenas los encuentre, subo los goles del partido Audax - U. de Concepción.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no ta gol q le hace al colo jugando por catolica...??

ahi demuestra todo su amor por el popular

Pasión por la *7* dijo...

no, no lo encontré.

igual ayer se rediminó con catolica y le dio una chancecita de llegar a la copa si pasamos ala final y le ganamos a la u de conce.

Guido dijo...

Como acertaste con Pippo.

Felicidades (?)