VAMOS A HABLAR EN SERIO

Como suele suceder después de una derrota, aparecen los comentarios críticos habituales: está el que cree que "somos malos pa' la pelota"; está el general después de la guerra "yo sabía que íbamos a perder"; está el conformista "Brasil es Brasil"; está el que no cacha una y se despacha frases del tipo "esto es culpa del Pelao ratón, cómo se le ocurre jugar con un sólo delantero"; finalmente, está el que echa de menos a los que no están "Salas y Pizarro deben volver".
Sin embargo, todos tienen un común denominador que es el ser hinchas de fútbol, y por lo tanto, pueden opinar lo que sea y no rendirle cuentas a nadie.
A los que no se les puede perdonar es a los periodistas deportivos, supuestamente informados y con sendas tribunas de 20 minutos en horario peak.

Los conceptos errados vertidos post-partido son alucinantes por lo ridículo, pero sin duda lo que resulta un disparate de marca mayor es criticar el esquema de juego si 3 goles vienen de jugadas de balón detenido, en las que absolutamente nada tiene que ver el dibujo táctico.

Para entender lo que sucedió en Gotemburgo, debe hacerse una pequeño retroceso en el tiempo y recordar la mala nómina, hasta llegar a la descordinación en los vuelos, lo que en definitiva provocó que Chile tuviera un sólo día de preparación ante tan trascendental duelo.

En efecto, el plantel nacional llegó a Suecia "por tomos", impidiendo el mínimo período de práctica requerido para, por ejemplo, improvisar una defensa de 3 hombres, coordinar los relevos del mediocampo y trabajar los balones detenidos.

Y en la línea defensiva me detengo: el modelo "un líbero - dos stoppers" se ha convertido en la moda chilena, siendo casi un imperativo categórico utilizarla, so pena de ser tratado de "ratón".
El problema radica en que es el sistema que más tiempo necesita para aceitarse y lograr el perfecto acople de las piezas y fue precisamente eso, el tiempo, lo que no tuvo esta Selección.
Pero además del aspecto temporal, debe ponderarse adecuadamente la composición de la retaguardia.
Partamos por el hecho básico de que nuestro mejor defensa -no así capitán-, Potencia Vargas, se caracteriza por la pierna fuerte, la fiereza en la marca y el anticipo en el duelo individual, precisamente las cualidades que lo hacen un buen "stopper" (si se insiste en este dibujo), pero no un buen "líbero", quien -de resultar el planteo táctico- debiera limitarse a salir jugando, cubrir la posición del stopper que sale de posición y servir de última instancia cuando el marcador se vea sobrepasado por el atacante.
Por otra parte, Fuentes y Von Schewdler tiene sus culpas, pero tampoco debe condenárseles por la sencilla razón de que fueron improvisados, y qué peor que hacer inventos contra Brasil. Además, no exagero si digo que esta fue la primera vez que no sólo jugaron juntos, sino que se vieron en sus vidas.

En el sector del mediocampo, la dupla Sanhueza-Maldonado debe ser la titular, pese a que no hayan jugado sus mejores partidos.
En el caso de Héctor Arturo, quizás no estuvo fino en la entrega como otras veces, pero sus balonazos largos me parecieron certeros. Además, no se achica ante ninguno y puso guapeza mientras otros iban a pedirle a Ronaldinho la camiseta.
Claudio se vió superado en muchos pasajes por la velocidad brasileña, pero esto se debió a que Figueroa jamás estuvo en la cancha, y la función que mejor cumple Maldonado es la del 8 clásico, es decir, tomar la posición del lateral derecho cuando éste pasa al ataque para impedir una eventual contra, teniendo la cancha de frente, o la de llegar a posición de remate por derecha.
En todo caso, debe recordarse que estos dos jugadores son los llamados a aportar el equilibrio, y no a desequilibrar de manera personal.

Las bandas son un caso aparte: está bien que en Brasil jueguen Kaká, Ronaldinho, Robinho, etc., pero tambien juegan Daniel Alves -o en su defecto, Maicon- y Gilberto -O Marcelo, o Roberto Carlos, o el que sea-, por lo que desafiar a los pentacampeones con una endeble zaga de tres hombres y dos de esos inventos "laterales-volantes" es un suicidio, máxime si estos últimos tienen nula vocación defensiva.
El resultado, bastante predecible por lo demás, es que Dani Alves llegó casi hasta línea de fondo sin marca alguna y sacó un centro para que Kaká metiera el segundo.
Esta sola jugada desarticula una serie de mitos, partiendo por la moda de la que vengo hablando: se puede ser ofensivo jugando con cuatro atrás, con laterales que sepan pasar, porque se gana en sorpresa pero tambien se compensa en posiciones defensivas.
La línea de tres implica asumir labores defensivas con 5 jugadores, pero nuestros "laterales-volantes-con vocación ofensiva" ni siquiera hacen sombra al ¡lateral derecho de los amarillos!
Punto aparte es el hecho de que ni Mark González ni Figueroa están actuando en sus respectivos equipos. Tampoco se comprende porque Acosta llevó a 3 zurdos y un sólo derecho.

Respecto de Fernández, nada nuevo se puede decir: el tipo está agotado, lleva casi 70 partidos jugando domingo y miércoles, le está costando adaptarse al fútbol europeo y carece de la chispa del primer semestre.
Luis Jiménez recién está entrando en competencia, juega apenas los últimos minutos por la Lazio.
El resultado de todo esto es que Suazo tuvo una sola clara y que cuando entró Valdivia se entendió por qué es el mejor jugador de Chile.

Aceptando que es tardía la recomendación, pero previendo el "papelón Nº 2" contra Argentina, Chile debiera formar con:
(4-3-1-2): Bravo; Rieloff (Vidal), Vargas, Contreras (Ponce, Vidal), Tello; Maldonado, Sanhueza, Mark González (Droguett); Valdivia; Fernández (Sánchez, Jiménez), Suazo (Navia, Pinilla).

El momento de Tello en el Sporting de Lisboa no puede soslayarse, además del hecho que actúa y domina la posición de lateral izquierdo y que en tal esquema, tanto Mark González como Droguett tienen la libertad necesaria para desequilibrar arriba.
Rieloff no será el tipo más técnico, pero domina la posición y tiene un amor propio y unas ganas encomiables. Igualmente, Vidal puede perfectamente realizar esa función.
Maldonado tendría bien cubiertas las espaldas y podría jugar como un 8 típico, con Sanhueza como émbolo del mediocampo, dejando en las labores creativas a Valdivia.
Arriba, uno que desequilibre, que debiera ser Sánchez por el momento que pasa, pero que en situación ideal sería Fernández, y otro que sepa "echarla dentro", como Suazo.

Y dejémonos de hablar tonteras.