lunes, marzo 12, 2007

DE CARTELES Y CORAZONADAS

Al cabo de las 8 primeras fechas del Torneo Apertura 2007 del fútbol chileno, se puede hacer un balance más o menos certero de los fichajes y los resultados que han reportado a sus clubes.

Partiendo por los grandes, Colo Colo parece no haber acertado con ninguno. El equipo ideal sigue siendo el mismo del semestre pasado, con la excepción de Giovanni Hernández en lugar de Fernández, pero el colombiano no ha sido el aporte esperado y en las instancias decisivas, justamente en las que Matigol marcaba diferencias, ha desaparecido completamente.
El paraguayo Giménez venía con la chapa de haber debutado con un gol en la selección guaraní y repitió en su estreno con Colo Colo, pero de ahí en más se ha mostrado un delantero torpe, que juega mirando al piso y no logra entrar en el circuito ofensivo del popular.
Lorca ha jugado poco y nada. Lo mismo ocurre con Velásquez y Jara, lo cual resulta particularmente extraño en los dos últimos casos, ya que la defensa alba no ha funcionado correctamente y Borghi ha terminado utilizando a Luis Mena en situaciones de emergencia.
Curiosamente, el refuerzo de mejor nivel ha sido Wirth, por lo que resulta extraño que ante el oscilante rendimiento de Cejas no sea titular. Cosas de Borghi.
Millar llegó lesionado, sin embargo ya se encuentra entranando con normalidad y está pronto a hacer su debut. De verdad se le necesita.

En Universidad de Chile, el cartel de los refuerzos no se condice con la realidad azul. Así, Arrué navega en el mediocampo sin una función específica; Acuña... bueno, es Acuña; Martorelli ha sido tan peligroso en su propia área cuanto en la rival; Estrada tiene arrebatos ofensivos y se ha ido incorporando de a poco, sin duda lo mejorcito. Hasta aquí, todo más o menos normal.
La cosa se complica cuando hablamos de García, que de futbolista tiene la pura pinta. Uno se pregunta cómo en la "U" le regalan a cualquiera una camiseta con tanto valor emotivo como la "10" y que alguna vez supo llevar tan bien el Leo Rodríguez, entre otros.
Joel Soto al parecer cumplió con su cuota goleadora en la pretemporada, cuando se despachó 4 contra La Serena; Patricio Galaz, ni eso.

Por su parte, Universidad Católica incorporó a Valenzuela y Ormazábal, quienes actualmente son suplentes.
Morales insinuó algo, pero ahora está lesionado.
Fuertes ha aportado con su cuota goleadora, mas dista mucho de ser un émulo del "Polo" Quinteros, y para qué decir del "Beto" Acosta.
Sólo Álvarez se ha afirmado en la titularidad, aunque su rendimiento no es siquiera similar a aquél que lo tuvo como goleador antes de partir a River Plate.

En suma, los grandes han fichado pésimo: se trajeron jugadores de gran cartel para el medio local -Hernández, Fuertes y Galaz- que no han cumplido las expectativas cifradas.
Por el contrario, otros equipos con mucho menos presupuesto, han apostado -no sin riesgo, claro- a jugadores en base al "buen ojo" y le han entregado algunas "joyitas" a este torneo, lo cual demuestra que en esto de los fichajes un precio sideral no asegura un rendimiento acorde.

El caso paradigmático es el del paraguayo Ibarrola, verdadero hallazgo de los dirigentes de Deportes Concepción, un jugador absolutamente desconocido en su país y que ha resultado ser la sensación del campeonato. Seguramente en junio se armará una bonita telenovela para ver cuál de los grandes se quedará con él.
El argentino Culio de La Serena también ha resultado un jugador muy interesante, lo mismo que su compatriota Ríos de Cobreloa.
Joan Henríquez y el portero Limenza, ambos jugadores provenientes del ascenso, han sido gratos fichajes para Unión Española.

La situación así descrita resulta cómica, pero se vuelve complicada cuando son éstos -precisamente quiénes llegan con un cartel de figura y no rinden en el nivel esperado- los que obstaculizan el proceso de maduración de jóvenes promesas de los clubes, como es el caso de Flores, Jorquera, Acevedo y Abarca en Colo Colo, de Pinto, Martínez, Pino y Rojas en Universidad de Chile, y de Gutiérrez, Isla y Medel en Universidad Católica.

Y es que cuando salen a la luz las cantidades que se manejan por estas "figuras", uno tiende a comprender a los dirigentes que después son acusados de "amarretes" por los DT: si los técnicos tienen pésimo ojo, o son flojos y no buscan lo suficiente, yo también sería cauteloso con el dinero, porque es preferible foguear a un cadete y valorizarlo que desperdiciar la plata de semejante forma.
Como muestra, un botón: si Borghi quiere ir a pasar un papelón a Ecuador contra LDU con un colombiano que le costo ¡¡¡¡ 800.000 dólares !!!!, allá él. Yo prefiero perder dignamente jugando con "Larry" Valenzuela, el "cachorro" Arenas o Cristián Abarca: si es de la casa, es mejor.

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