martes, septiembre 12, 2006

MATRIMONIO POR CONVENIENCIA

Así podría denominarse la relación entre Colo Colo y Borghi.

El DT argentino llegó a Colo Colo de manera bastante extraña: no tenía mayor experiencia profesional como técnico, habiendo sólo dirigido al Audax Italiano y a una selección universitaria. Poco para llegar al más grande de Chile, considerando que la notoriedad pública la obtuvo como panelista de Hora de Hablar.

Sin embargo, su inmenso carisma creó enormes expectativas entre los hinchas albos, incluso antes de su llegada arrasó en una informal encuesta respecto de quién debiera ser el técnico colocolino en el sitio www.dalealbo.cl

Junto a su llegada, arrivaron al cuadro popular jugadores de la talla de Mancilla, Jerez, Ayala, Suazo, Varas, González y Meléndez. También se produjo el regreso de Sanhueza.

Las expectativas se transformaron en presión cuando para la Noche Alba 2006, el Monumental se repletó como hacía años no sucedía para aquélla instancia. No era para menos, pues el plantel estaba compuesto en su mayor parte por jugadores de nivel de selección.

Con todo, el comienzo de la "era Borghi" fue de agraz, ya que Colo Colo cayó inapelablemente -pero con la cabeza bien en alto- ante las Chivas en una recordada serie por un cupo en la fase de grupos de la Libertadores 2006. Mas, pese a la rotunda derrota, quedó la impresión de que ese equipo sería Campeón del torneo chileno sin mayores problemas.

Así fue, y con una producción goleadora increíble y en una final soñada ante la Universidad de Chile, Colo Colo se proclamó Campeón del Apertura 2006.

En ese momento, Borghi hizo su primer amago de renuncia: declaró que sería un fracaso no ganar la final. Pero también dijo que prefería irse como Campeón. Más claro que el agua.

Después, vinieron las suculentas ofertas del extranjero, que en realidad no fueron más que acercamientos, excepto una posibilidad concreta de dirigir a un equipo griego. Borghi declaró entonces que no era el momento de partir, porque su hija estaba terminando sus estudios y él, sólo, no se iba a ir a un país tan lejano, con poca vitrina y con una lengua y cultura extrañas.

En ese tiempo, llegaron a Santiago a reunirse con el DT empresarios mexicanos, con una fórmula bastante atípica: él seguía dirigiendo a Colo Colo hasta diciembre, pero para asegurar su llegada al fútbol mexicano, le pagarían el sueldo desde junio.
Borghi, muy caballeroso, declaró que le parecía ridículo cobrar a fin de mes por una función que no cumplía. Pero el trasfondo de la negativa ocultaba otra intención: a Borghi no le gusta el fútbol mexicano y considera que no es una buena vidriera para llegar a un fútbol más competitivo.

A cambio de su negativa al ofrecimiento azteca, el estratego negoció un aumento salarial con Colo Colo, situación que hizo tambalear nuevamente la relación entre las partes. Todo se resolvió favorablemente, al ampliar su contrato por un año -el actual vence en diciembre del 2006-, al tiempo que se le asignaban nuevas funciones y se le amplíaban sus facultades al quedar como cabeza de todo el fútbol de Colo Colo y ya no sólo del primer equipo.

Al comenzar el Torneo Clausura 2006, el equipo no rendía de la manera esperada. Los fichajes no suplían las salidas de Mancilla, Bravo y sobretodo, Valdivia.
El comienzo fue nefasto, con un 1 punto de 9 posibles. Borghi declaró entonces que no pensaba renunciar, pero que si perdía 5 partidos seguidos las cosas podían cambiar. Otro amague.

Poco después, trascendió que su nombre se vinculaba a la banca, hasta entonces vacante, de Boca Juniors. Claudio Borghi no ocultó su satisfacción y dió a entender que si el ofrecimiento era real, armaría las valijas. Finalmente, el trascendido no pasó de ser eso.

Ahora, ad portas del enfrentamiento ante Coronel Bolognesi, el trasandino anunció su renuncia, pero además sorprendió a todo el mundo señalando que la extensión del contrato no está firmada y que sigue ganando lo mismo que al principio.
La noticia sacudió a propios y extraños, pues nadie estaba informado de sus intenciones. Sin embargo, el DT recapacitó y, por el momento, la renuncia quedó archivada.

La verdad de las cosas es que yo, como colocolino, no dejo de cuestionarme ciertas cosas.
Primero: es cierto que Borghi salió campeón en la "Final del siglo", pero también es cierto que contaba con un equipo plagado de seleccionados: Bravo, Sanhueza, Meléndez, Fernández, Valdivia, Suazo. A ellos deben sumárseles el colombiano González y Gonzalo Fierro, habituales seleccionados.
No se rata de restarle mérito al técnico, pero esos mismos jugadores rendían de manera similar en la selección, con otro DT y otro esquema.

Segundo: el segundo semestre fichó muy mal. Al arco, para reemplazar a Bravo, escogió a Cejas, que no pasa de ser un "buen portero", pero nada más. Para peor, sus cualidades son básicamente las mismas que las de Alex Varas (buen mano a mano), al tiempo que sus defectos también son similares (pésimo juego aéreo), es decir, no ofrece nada nuevo.
Caneo llegó en un deplorable estado físico, y ahora le descubrieron que la operación a que fue sometido no fue muy exitosa. Es decir, no podrá jugar todos los partidos y de todas maneras, los que juegue no será el reemplazo de Valdivia que todos esperábamos.
Cáceres vino a reemplazar los 12 goles de Mancilla y hasta el momento no ha convertido ni uno. Sánchez ha puesto muchas ganas, pero no más que eso.

Tercero: este semestre los partidos ganados han sido por obra y gracia de un exclusivo personaje: Matías Fernández. Si él no juega, la verdad es que Colo Colo parece cualquier cosa.

Cuarto: en mi opinión, Borghi es un gran manejador de grupos, pero como técnico no es nada del otro mundo. Es cierto y se le agradece su estilo ofensivo, pero no puede ser que para cada partido importante, en el que llevamos ventaja, terminemos aguantando y definiendo a penales. Tampoco es aceptable que nos hagan el mismo gol todos los partidos por su simple maña de no practicar balones detenidos.

Quinto: su mayor aporte a Colo Colo ha sido la promoción de jugadores: Vidal, Jorquera, Arenas, Tapia y Millán son nombres que se han ido ganando un espacio en el primer equipo.

Sexto: sus excesivas amenazas de renuncia me huelen a abuso de su carisma y a utilizar a nuestro equipo en beneficio personal.
La cosa es sencilla: si quiere irse, que se vaya. Pero con tanto amague, sólo se desprestigia él, genera desconfianza entre sus hinchas, altera el ambiente del camarín, etc.
Los dirigentes, estoy cierto, desearían prescindir de él, pero el cariño que ha generado el DT con su público es un capital demasiado importante: echarlo sería un costo muy alto, que nadie está dispuesto a pagar.

Por último, una opinión personal: Colo Colo es una meta, sentarse en el banco del cuadro popular es un orgullo. Pero dado el buen momento que vive nuestro club, para muchos parece ser un mero trampolín.

1 comentario:

Anónimo dijo...

kiu pos!
mira te encontre la razon plenamente, y cada vez me convenso mas que borghi no es un gran tecnico, por que?
por que cada vez qeu hace un cambio de tactico en la formacion (como contra coronel), no le funciona en lo mas minimo, acaso tu sabes dodne mierda jugo fierro? creo qeu ese fue el factor determinante para tan pauperrima presentacion...
y sus cambios que hace durante el juego son horribles!! no entiendo como pudo sacar a jerez y poner a vidal y mas ensima este ultimo dio puro jugo....
espero que para el partido del martes no haga esos cambios imbeciles que ya me tienen un poco chato, y pare al equipo como siempre, ya que es la unica manera que podria rendir...
ahh y en cuanto a caneo, es realmente una desgracia qeu jugador tan flojo, mejor que le de minutos a jorquera por que parece que el mati ya esta haciendo sus maletas..