Si yo fuera Walter Novellino, DT de la Samp, pensaría que es una burla lo que estoy viendo: el cuadro rival tiene en cancha, al mismo tiempo, a Ibrahimovic, Crespo y Adriano, sin mencionar a Vieira y Figo.
Pero Novellino hizo lo que tenía que hacer: en vez de mirar la cancha, miró al banco que estaba a su lado y vió sentado a Mancini, DT del Inter.
Para Mancini, armar un equipo de fútbol debe ser algo así como jugar Winning Eleven. Es que no se puede entender cómo, teniendo esos jugadores, te empata de local, un cuadro de mitad de tabla.
La única forma de entender lo que sucedió en el San Siro es haciendo un retroceso en el tiempo y descifrando el mercado de fichajes del Inter.
Primero, Mancini pierde a su "playmaker" Verón y en vez de confiar en su sustituto natural, Pizarro, pide a Dacourt (teniéndolo antes a Cristiano Zanetti en esa posición) y a Vieira.
Pizarro se va a la Roma y entonces el Inter se queda sin un armador, ya sea en la forma de volante central o como un "10" clásico.
Entonces, ¿qué hace? lo improvisa a Figo de enganche, movimiento circunstancial que le puede dar resultados en momentos determinados, pero que considerando las 3 competiciones que debe afrontar -y tendría que pelear- es un absurdo, en tanto no es esa la posición natural de Figo y todos sabemos que un jugador a esa edad no puede afrontar 2 compromisos por semana de manera satisfactoria durante una temporada completa. Imposible.
Segundo, Mancini deja en libertad a Martins, que era el jugador más apropiado para resolver partidos contra defensas demasiado cerradas, por su rapidez y movilidad. En vez, trae a Crespo, un goleador probado y gran jugador, pero con características demasiado similares a las de Julio Cruz: en ese caso, era preferible ceder al "jardinero" y mantener a Martins.
Tercero, cuando el partido se le complica, manda a la cancha a Adriano, su delantero menos en forma, para que le resuelva el partido, siendo que había sido sacado de la titularidad precisamente por su bajo rendimiento. En vez de darle la confianza necesaria, se la quita y luego lo manda a apagar el incendio... incomprensible.
Cuarto, ¿alguien me puede explicar qué hacía Zanetti jugando por izquierda? Está bien, podría ser una solución en caso de necesidad, pero teniendo al mejor lateral izquierdo de la Copa del Mundo -Fabio Grosso- y a otro buen lateral zurdo como es Maxwell disponibles, parece un sinsentido.
En una semana, el Inter cosechó una derrota como visitante por la Champions League contra el Sporting de Lisboa y un empate en casa ante la Samp. Poquísimo para un cuadro que tiene dos jugadores por puesto, la mayoría seleccionados nacionales.
¿Qué pasa? el rol de armador se encuentra vacante, y sin él, es difícil hacer jugar a la cantidad de estrellas disponibles.
Se podría decir que es un cuadro europeo, donde prima el 4-4-2 como esquema, pero revisando la lista de jugadores del Inter, la mayoría son latinoamericanos, acostumbrados a tener un hacedor de juego. La temporada pasada lo tuvieron en la forma de Verón. Hoy, salvo lo dicho de Figo, ese jugador no existe.
Estamos de acuerdo que la temporada recién comienza y que la llegada de nuevos jugadores al cuadro lombardo requiere un proceso de ambientación, pero no deja de ser preocupante la circunstancia de que, encontrándose en un grupo tan difícil en Champions, la ventaja de 8 puntos con que arrancó por sobre el Milan en la Serie A pueda reducirse en un tiempo menor al esperado.
De momento, lo único que puede salvar a Mancini es la iluminación de alguno de sus jugadores y que haga un gol de esos que a él le gustan: a lo Winning Eleven.
Pero Novellino hizo lo que tenía que hacer: en vez de mirar la cancha, miró al banco que estaba a su lado y vió sentado a Mancini, DT del Inter.
Para Mancini, armar un equipo de fútbol debe ser algo así como jugar Winning Eleven. Es que no se puede entender cómo, teniendo esos jugadores, te empata de local, un cuadro de mitad de tabla.
La única forma de entender lo que sucedió en el San Siro es haciendo un retroceso en el tiempo y descifrando el mercado de fichajes del Inter.
Primero, Mancini pierde a su "playmaker" Verón y en vez de confiar en su sustituto natural, Pizarro, pide a Dacourt (teniéndolo antes a Cristiano Zanetti en esa posición) y a Vieira.
Pizarro se va a la Roma y entonces el Inter se queda sin un armador, ya sea en la forma de volante central o como un "10" clásico.
Entonces, ¿qué hace? lo improvisa a Figo de enganche, movimiento circunstancial que le puede dar resultados en momentos determinados, pero que considerando las 3 competiciones que debe afrontar -y tendría que pelear- es un absurdo, en tanto no es esa la posición natural de Figo y todos sabemos que un jugador a esa edad no puede afrontar 2 compromisos por semana de manera satisfactoria durante una temporada completa. Imposible.
Segundo, Mancini deja en libertad a Martins, que era el jugador más apropiado para resolver partidos contra defensas demasiado cerradas, por su rapidez y movilidad. En vez, trae a Crespo, un goleador probado y gran jugador, pero con características demasiado similares a las de Julio Cruz: en ese caso, era preferible ceder al "jardinero" y mantener a Martins.
Tercero, cuando el partido se le complica, manda a la cancha a Adriano, su delantero menos en forma, para que le resuelva el partido, siendo que había sido sacado de la titularidad precisamente por su bajo rendimiento. En vez de darle la confianza necesaria, se la quita y luego lo manda a apagar el incendio... incomprensible.
Cuarto, ¿alguien me puede explicar qué hacía Zanetti jugando por izquierda? Está bien, podría ser una solución en caso de necesidad, pero teniendo al mejor lateral izquierdo de la Copa del Mundo -Fabio Grosso- y a otro buen lateral zurdo como es Maxwell disponibles, parece un sinsentido.
En una semana, el Inter cosechó una derrota como visitante por la Champions League contra el Sporting de Lisboa y un empate en casa ante la Samp. Poquísimo para un cuadro que tiene dos jugadores por puesto, la mayoría seleccionados nacionales.
¿Qué pasa? el rol de armador se encuentra vacante, y sin él, es difícil hacer jugar a la cantidad de estrellas disponibles.
Se podría decir que es un cuadro europeo, donde prima el 4-4-2 como esquema, pero revisando la lista de jugadores del Inter, la mayoría son latinoamericanos, acostumbrados a tener un hacedor de juego. La temporada pasada lo tuvieron en la forma de Verón. Hoy, salvo lo dicho de Figo, ese jugador no existe.
Estamos de acuerdo que la temporada recién comienza y que la llegada de nuevos jugadores al cuadro lombardo requiere un proceso de ambientación, pero no deja de ser preocupante la circunstancia de que, encontrándose en un grupo tan difícil en Champions, la ventaja de 8 puntos con que arrancó por sobre el Milan en la Serie A pueda reducirse en un tiempo menor al esperado.
De momento, lo único que puede salvar a Mancini es la iluminación de alguno de sus jugadores y que haga un gol de esos que a él le gustan: a lo Winning Eleven.
3 comentarios:
Genial visión. Yo hace una semana hice un post sobre el Inter y sus falsas esperanzas que crea año tras año. De los que marcas, el mayor error fue dejar ir a Martins, el mejor del año pasado. Ah, lo de Zanetti de lateral izquierdo, es por el miedo que tiene a sacarlo (por su historia en el club), debido a que Maicon (lateral derecho) esta en un nivel sublime.
Saludos
Doy mi cabeza que el Milan termina con más puntos que su "cugini" en abril 2007.
Mancini tiene los problemas típicos de aquele entrenador que solo tiene figuras. Porque si usted mira a Chelsea, vera algunos que no son tan figuras. Milan también tiene gente del medio europeo tradicional sin brillar, Barcelona también. Pero Inter, sólo figuras de primer orden El síndrome Real Madrid. Mucho ego atenta contra el juego en equipo.
Publicar un comentario