miércoles, enero 25, 2006

UNA PENA

Fue una pena. Chivas prácticamente aseguró su pase a la fase de grupos de la Libertadores al vencer como visitante a Colo Colo por 3-1.

Colo Colo partió dominando ampliamente las acciones, en unos 25 primeros minutos de ensueño, con Valdivia y Suazo superlativos, pero la fortuna y el gran portero Sánchez impidieron abrir la cuenta rápidamente.

Posteriormente, Villarroel fue superado por su banda -como toda la noche-, jugada que devino en un córner para los norteamericanos y, a través del gol más viejo del fútbol, peinarla en el primer palo y rematar en el segundo, los mexicanos se pusieron en ventaja en el momento en que Colo Colo dominada, ya sin tanta claridad, el partido.

El partido cayó en un trance, y justo cuando pensaban en irse a vesturarios, Riffo comete un penal que Morales cambia por gol. 0-2 y a camarines.

Colo Colo salió con todo y a los 3 minutos del complemento, Fernández encendió las ilusiones albas al marcar el descuento. Pero duró poco, porque 3 minutos después, Chivas lo liquida cuando Bravo anota por segunda vez en un contragolpe fulminante. 1-3 resultado final.

Una derrota siempre duele, más si se hipoteca de esa forma el pase a la Libertadores de verdad. Pero no se puede obviar el hecho de que este partido perfectamente pudo haber sido cuartos, semis e incluso -por qué no decirlo- final de la Copa.

Las bolillas del sorteo de los cruces de Pre-Libertadores nos depararon la -con permiso de River Plate y Palmeiras- más fea. Y es que Chivas es un equipo que se conoce perfectamente, explota la rapidez de sus puntas, tiene oficio y más encima, venía con rodaje de varios partidos "en serio".

Colo Colo cometió errores tipicos de un equipo novato, no afiatado, pero que son corregibles. ¿De aquí al otro martes? Complicado.

Lo cierto es que el equipo da para ilusionar, por su fútbol vistoso y las variantes que maneja. Y eso es lo que provoca pena: Colo Colo dejó la impresión de que si este cruce se hubiese dado en otra instancia, con el equipo más rodado y sin los nervios de los debutantes, el resultado perfectamente podría haber sido otro. Una lástima que la Libertadores tenga que despedirse tan tempranamente de un equipo que se perfilaba como protagonista. Para peor, todos sabemos la realidad del fútbol chileno: será imposible mantener a este equipo pensando ya en objetivos de largo plazo, como la Libertadores del otro año: muchos emigrarán y habrá que empezar de cero nuevamente.

Igualmente hay un par de errores que ya en el partido ante Católica se notaron y que Borghi inexplicablemente los repitió: Mancilla es un buen jugador, un goleador, pero es bien distinto jugar en un equipo en que todos los pases gol iban para él a uno en que tiene que contribuir al juego del equipo porque el público te lo exige. Gonzalo Fierro demostró ser uno de los mejores delanteros el torneo pasado, y en el mismo partido ante Católica entró y mojó. Hoy casi repite. Inentendible por qué no fue de la partida.

Otra cosa: la línea de tres en el fondo requiere demasiado fiato entre sus componentes, cuestión que no existe, porque Riffo estuvo parado todo el año pasado y Gónzalez recien se integraba. No se por qué se arriesgó tanto, en circunstancias que Mena jugó el torneo pasado a gran nivel.

Jeréz tampoco dió la talla, pero por una cuestión táctica: si es zurdo, y va por izquierda, lo lógico es que llegue a línea de fondo y saque centro, no que intente hacer la diagonal en tres cuartos y rematar. Sin embargo, así lo hizo toda la noche, encarando y perdiendo todas y no generó peligro. Tampoco mostró generosidad, y cuando perdió, nunca bajó a recuperar, dejando vulnerable el sector izquierdo. Sus corners estuvieron todos muy pasados. Realmente muy mal. ¿No tiene suplente? No es cierto, Meneses jugaba en la Sub 20 en esa posición, de gran forma. Y hoy, cuando entró el juvenil, lo hizo muy bien.

La banca es un punto aparte: Mena, Aceval, Ayala y Fierro: ¡3 stoppers y un sólo delantero! Y cuando Fierro salió lesionado, no tuvo recambio: entró Leal, sin aportar demasiado.

Por enésima vez: me da pena, porque es un equipo al que le falta oficio y nada más: Aparte de Villarroel, todos están muy por debajo de los 30. Es de esperar que la presión, ahora que el único objetivo obligado es ser campeón, no pese.

Que la 24 sea nuestra.