lunes, mayo 26, 2008

EL QUE QUISO Y EL QUE SUPO

Finalmente, y luego de un temporal de proporciones que postergó la definición de los finalistas del Apertura 2008, Colo Colo y Everton se verán las caras, primero en Santiago y luego, en Viña del Mar.

EL QUE QUISO:
Colo Colo llegó una leve desventaja de un gol frente a Ñublense, por lo que la hazaña no asomaba como descabellada por el resultado, sino más bien por el ordenado juego del conjunto rojo que hizo las veces de local en Collao.
Los libros enseñan que cuando un grande está moribundo, es recomendable darle el golpe de gracia y no esperar a que se recupere.
Pero ya con el pitazo inicial quedó claro que Ñublense apostaría a entregarle la iniciativa al rival.
En lo personal, no me extrañó ni molestó, era lo lógico, pero el riesgo de jugar siempre al filo y con la concentración al máximo no 90, sino 180 minutos, es demasiado.
Sin embargo, Colo Colo no estaba fino y la cancha tampoco ayudaba pues estaba muy blanda y se prestaba para el juego de roce propuesto por los de Chillán.
Así, transcurrió un primer tiempo casi sin opciones hasta que Fierro derriba torpemente a Cisterna dentro de su área y penal. Minuto 45 y Flores Abarca decretaba el 1-0. Gol sicológico y ¿asunto sacramentado?
El segundo tiempo tampoco fue auspicioso para el cuadro albo, ya que por el estado de la cancha todo fue pelotazos frontales que Alegría y Toro despejaban con simpleza.
El indicio que demostró que sí se podía fue que Ñublense, pese a contar con innumerables contragolpes, nunca urdió bien una jugada de peligro real y ya en tres cuartos de cancha se diluían sus ataques. El síndrome del que teme.
Era cosa de seguir empujando y machacando.
Y aquí viene la clave del partido: tácticamente, lo que le convenía a Colo Colo era abrir la cancha, pero Lucas Barrios como única referencia en el área era presa fácil para los centrales.
Entonces, Astengo se la jugó con Salazar por Fierro (de muy bajo partido) y Biscayzacú por González (poquito en el primer tiempo, nada en el segundo). De esta manera, ahora eran dos las preocupaciones de la retaguardia de Ñublense.
A los '35 vino un centro a la olla de Moya (uno de los destacados) y Alegría rechazó mal por primera vez en los dos encuentros. La pelota le quedó a Barrios y 1-1.
Tres minutos después, Sanhueza envía otro balonazo al área y el propio Lucas la peina. Palo y 1-2 para la visita.
Luego, Ñublense tuvo una muy clara, pero el "táctico" Viveros no supo definir y la historia quedó oleada. Colo Colo a la final.

EL RESUMEN:


EL QUE SUPO:
Si Colo Colo había logrado una remontada digna de su historia ante un equipo invicto en calidad de local, la U no quería ser menos.
Pero lo que a priori pintaba para hazaña, terminó en vergüenza.
Y es que la cosa no pudo haber partido mejor para el Chuncho. ¡De contra! Villalobos anotó el 1-0 y quedaba mucho tiempo para hacer dos goles más.
Mas Everton, también de contra, empató por medio de Canío luego de que Iturra (qué mal viene jugando hace rato) se durmiera.
Igual, quedaba la mitad del primer tiempo y todo el segundo para meter otro par de goles.
Sin embargo, a la U se le veía desesperada y si no fuera por la capacidad de Chandía de manejar partidos, Hernández (agresión sin pelota) y Pinto (salió a achicar con las manos fuera del área) debieron irse expulsados.
El segundo tiempo, Everton se plantó con autoridad y comenzó a rotar el balón jugando con la desesperación del rival y los papeles parecían invertirse: los oro y cielo asemejaban un equipo grande y los azules carecían incluso de amor propio para empujar a Everton contra su arco.
Una reflexión sobre Salas: no voy a discutir sus capacidades, pero si, como el mismo dice, quiere retirarse sacando campeón a su equipo, tiene que exigirse él un poquito más. No puede ser que se limite a la cómoda posición de jugar estático y siempre de primera, a un toque y de espaldas al arco. Nadie le pide que la tome en mitad de cancha, gambetee a tres rivales y defina picándola, pero por lo menos podría intentar darse vuelta, encarar y probar él.
Para peor, su sola presencia genera una disyuntiva para el técnico de turno, pues ninguno hasta este momento se ha atrevido a dejarlo en la banca pese a que su rendimiento sea muy pobre (este campeonato hizo 5 goles, dos de penal). ¿Habrá sido coincidencia que cuando él no jugó, su equipo se vió mejor, como en los dos partidos ante O'Higgins?
Más allá del caso Salas, hay rendimientos personales en la U muy discretos, como los de Larrondo (salvado muchas veces de la crítica porque hace goles), González, Díaz, Iturra y Hernández, quien está muy lejos del nivel que lo llevó a ser figura ante Colo Colo.
Everton, en cambio, es un cuadro bien parado, con jugadores a gran nivel como Delgado (suspendido para la primera final), Arias, Canío, Riveros y Miralles, además de un técnico que por zorro no se queda.

EL RESUMEN:



¿Quién llega como favorito a la final? Difícil decirlo, pues si bien Colo Colo es candidato natural y lleva 4 títulos al hilo, en ofensiva depende casi en exclusiva de la inspiración de Barrios, aunque atrás tiene hombres de mucha experiencia como Mena, Sanhueza, Meléndez, Villarroel, Fierro y Riffo (podría volver), los 6 del tetracampeonato, además de Rojas.
Everton, en cambio, disputará luego de 30 años un título y la gente está ilusionada. Salvo el partido ante Audax, no ha tenido cotejos desastrozos y su mayor virtud es la regularidad, el orden y la simpleza para jugar. Además, El trío de ataque es de nivel y definen en casa.
¿Podría jugarle en contra la actitud y declaraciones de Herrera?

1 comentario:

Anónimo dijo...

tremendo el lienzo