lunes, julio 16, 2007

SER CHILENO PARA ENTENDERLO

Que quede claro: esto no es ni un arranque chovinista ni una copia escrita de Solabarrieta.

Algún desubicado puso por aquí que por ser chileno, iba de la mano con Pinochet. Bueno, le explico que si existe alguna razón por la que más de 20 mil chilenos acompañan a la Sub 20 en cada partido en Canadá, es precisamente porque en ese país y en otros como Suecia y Australia principalmente, muchos compatriotas encontraron amparo a su terrible régimen hace ya más de 30 años.

Muchos de esos que tuvieron que huir de su tierra han tenido hijos, niños que apenas saben hablar español y algunos ni siquiera han pisado Chile.

El destino -o lo que se quiera-, ha permitido que ese puñado de inmigrantes se encontrase con una selección nacional disputando nada menos que un Mundial en el país que los acogió, y vaya que selección.

El triunfo en el alargue por 4-0 sobre Nigeria, animador permanente de este tipo de torneos, nos depositó en semifinales, la instancia fatídica para nuestras aspiraciones a lo largo de la historia (con esto no digo que siempre somos protagonistas y quedamos entre los 4 mejores en cada torneo que disputamos, pero cada vez que alcanzamos cuartos, llegamos a semis también).
Así, perdimos en el Mundial del '62 contra Brasil, en el Sub 20 de 1987 ante Alemania, en el Sub 17 de Japón contra Ghana y el 2000 en los JJOO de Sydney contra Camerún.

El rival esta vez será Argentina, que querrá lavar la pálida imagen mostrada por la adulta en la final de la Copa América, que arriba tiene jugadores desequilibrantes y un bloque posterior apenas batido una vez.

Sin embargo, algo nos dice que esta vez puede ser distinto. Serán los 480 minutos invencibles de Tosselli y sus tres mosqueteros del fondo, la pareja perfecta de Isla y Medel en la mitad, la experiencia y coraje de Vidal, la fantasía de Sánchez y Vidangossy o la voluntad de Medina y Grondona. Serán las tribunas llenas de rojo, la fuerza con que se canta el himno o las lágrimas de los que se fueron y no volvieron más, no sé: hay que ser chileno para entenderlo.

Son muchas las postales que explican este optimismo, pese a que algunos ya lo han transformado en ese triunfalismo tan habitual entre nosotros y que no comparto, pero yo me quedo con Vidangossy, pichanguero como él solo, que a los 80' del tiempo regular ya no podía más, estaba para salir, absolutamente acalambrado y que, sin embargo, aguantó, no sólo los 90' sino que el alargue entero y por fin, en el minuto 122, se dió el gusto de poner el 4-0 definitivo contra los nigerianos, encontrando el gol que se le había negado durante el torneo.

Por eso, ¡vamos muchachos, hay que ganar!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

No pudiste elegir un título mejor Felipe. Porque no hay palabras que reflejen más que esas el sentir de un pueblo entero en estos momentos. Porque son pocas las veces en la historia las que andamos a pecho hinchado por la vida gracias a la selección. Pero me atrevo a decir que esta no es como las anteriores ocasiones. Porque los Sulantaboys están dando mucho más que un nominativo acceso a semifinales del mundial. Siento que va más alla de eso, que este equipo tiene todo lo que necesita un genuino campeón del mundo. Porque talento tiene, madurez también, ni hablar de coraje, solidez, disciplina o simplemente también de cueva. Y eso le da solidez a la ilusión colectiva de que esta vez sí se puede. ¿Por qué no? ¿Está escrito acaso que el fracaso es nuestro destino? No lo está. Siempre hay una primera vez para todo y esta puede ser una de aquellas jornadas me-mo-ra-bles para la memoria colectiva de un pueblo entero. Y como pocas, puede ser de pura, sincera y honda alegría. Antes de todo eso sí, hay que matar a el escollo más díficil: Argentina. La diferencia histórica -creo yo- es que esta vez Chile no viene a dar la sorpresa, sino simplemente a ratificar que es el mejor equipo del torneo.

El fútbol da revanchas y 16 millones de personas sienten que ésta es la de ellos, la de nosotros. Tal vez allende los Andes no comprendan, y lo más probable es que salgan tan confiados como siempre, apoyados en los pergaminos y en el nombre. Pero no importa, porque porque hay que ser chileno para entenderlo.

Anónimo dijo...

jahja remate culiao feo. Da lo mismo. Refleja lo que siento y creo que se entiende.

y gracias por expresar tan bien lo que sentimos.

la consigna es una sóla: hay que ganar. Lo mejor es que los que más claro tienen esa película no somos los hinchas, sino los que corren tras la redonda y que visten de rojo.

Polo Mantilla dijo...

Vidangossy a Católica mierda!!!
Creo que no se lo ha destacado como merece, grande. Quizas ha sido pa mejor, asi no lo molestan con millares de entrevistas del tipo..."que le dirias a tu abuelita que te mira desde chile...", ojala don sula prohiba tanta entrevista, mucho hueveo.
Saludos.

littoXD dijo...

No intenten manchar este hermoso deporte con política, o cuestiones ajenas al fútbol. Un Abrazo desde el otro lado de la cordillera man, buen blog

Anónimo dijo...

vii a toselli en tu entrada! aaaii! =)

Guido dijo...

Seguro, el orgullo por sobre todo. Cada uno sabe las flaquezas de su país, pero sabe reponerse y amarlo cada día más. Esperemos que sea un gran partido el de Argentina-Chile.

Me huele a alargue...

joaquin urrutia dijo...

Vamos Chile que se puede!!

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo que muchos chilenos fueron hechados por ese hijo de puta. Tengan memoria para todo, muchos de los que hoy sufren el desarraigo son los que estaban de acuerdo con la ayuda a Inglaterra en Malvinas pais que después los traiciono.
Hoy perdieron 3-0 es una anécdota el resultado, lo grave es la forma, pegando, expulsados, detenidos hinchas en la cancha.
Siempre dijeron que los argentinos no sabíamos perder, a veces hay que mirar para adentro.
No me gusta mezclar política con fútbol pero leí varios comentarios cargando a los argentinos tanto políticamente como futbolísticamente después de la derrota con brasil.