sábado, marzo 15, 2008

...AUNQUE NOS DIGAN QUE SOMOS COGOTEROS

Más vale tarde que nunca.
Lo que ocurrió el pasado miércoles con Alexis Sánchez jugando por River ante la UC en San Carlos fue simplemente vergonzoso y además, ridículo.
Vergonzoso, porque puede entenderse, bajo la lógica de la pasión y de los ánimos caldeados, una reacción con silbidos y rechiflas, pero no una agresión artera y cobarde hacia uno de los mejores jugadores chilenos del momento: ¿acaso los mismos hinchas de Católica no reclamaron hace un par de meses cuando un defensor de San Martín de San Juan privó a Alexis de disputar los partidos eliminatorios del 2007 por Chile?
Ridículo, porque si una hinchada quiere marcar presencia lo que debe hacer es alentar y meterle presión al rival, no tratar de manera patronal a un jugador que ni siquiera logró la condición de ídolo en Colo Colo: Alexis apenas pasó una temporada en el Cacique, período en el que se ganó el cariño de todos por su entrega y calidad, pero jamás en base a declaraciones incendiarias ni menosprecios al rival.
De hecho, muchos hinchas colocolinos dudan de la verdadera militancia de Sánchez, ya que siempre se ha rumoreado que es azul, pero su total apego al estandarte blanco en cada partido disputado, sobretodo en los clásicos, terminó por sepultar la discusión al respecto: Sanchéz la mojó como el más colocolino de todos mientras vistió esa camiseta y por eso merece respeto, admiración y cariño.

Ahora, lo de Católica ya es patológico. Se ha vuelto una costumbre que su barra cada vez que enfrenta a un ex no le grite mercenario, vendido ni traidor -epítetos típicos y hasta entendibles dentro de la jerga del fútbol-, sino que saca a colación el resabio feudal, aristocrático y clasista dominante en sus hinchas: "Rubio (Fuenzalida, Kike Acuña, -"ponga-el-nombre-que-sea-aquí"-) conchetumadre, en San Carlos te dimos de comer".
Por favor ¿acaso cada jugador de Católica es un vagabundo al que se le da comida por caridad? ¿es posible formar un lazo de indestructible unión entre un jugador y su club en base a un supuesto favor que se le hace al primero por el servicio prestado? Bajo esta óptica, la relación entre un futbolista y el cuadro de la franja se resume en "tú juegas y yo te doy de comer". Lamentable.
Entendido así, lo ocurrido con Sánchez no parece raro: Si la UC trata como súbditos (por lo demás, mal tenidos, ya que no son pocos los que se van -y mal- de su disciplina) a sus jugadores y como vagabundos a sus ex, ¿qué queda para con los rivales?

La prepotencia y opulencia característica de la clase dominante respecto de sus trabajadores, a quienes advierte como agraciados por estar bajo su alero y obtener su generoso pago, es una constante que se repite en cada estamento de un club eminentemente elitista, lo cual si bien en principio no es algo malo -aunque cabe discutir si moralmente reprochable-, sí se vuelve relevante cuando es ese mismo club y su gente la que se niega a recibir en su estadio a los hinchas de los clubes más populares del país -Colo Colo y Universidad de Chile- so pretexto de los desmanes y actos vandálicos que éstos podrían realizar dada su condición social: los hechos que involucran a Católica demuestran que no es particularidad de la clase baja no saber comportarse en un estadio.

San Carlos de Apoquindo se ha vuelto una pequeña selva en la que pasa de todo y nadie hace ni dice nada al respecto por ¿temor? al poder que reúne la Tribuna Fundadores.
Como consecuencia, se ha vuelto un estadio frío, que alberga partidos de escasa trascendencia (todos los importantes los juega la UC como "local" en el Nacional), inseguro y sin peso, en el que ningún equipo se siente realmente apabullado jugando en calidad de visita: poco aliento, mucho insulto y cero mística. ¿Cuántas vueltas olímpicas dio la UC en su cancha?

La sensación que queda finalmente es de lástima: en lo personal, prefería que ganara Católica porque le hacía bien al fútbol chileno en general, pero al tenor de la actitud matonesca y patronal de sus hinchas, bien poco me importó que perdieran -de nuevo- en el minuto final.
Y lo digo en serio, porque tengo muchos amigos hinchas cruzados y se que se trata de una institución muy grande, sobretodo en el desarrollo de otras disciplinas, pero la excesiva segmentación, la especie de apartheid deportivo implantada, la ha hecho retroceder muchos peldaños en la penetración social y ser cada vez más vista como una institución elitista y poco querida.
Quizás para ellos, así esté mejor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ESO DEL CERO AGUANTE CRUZADO EN SU ESTADIO ES UN HECHO.... ESTA DE MAS HACER NOTAR QUE (POR LO QUE RECURDO) ES LA SEGUNDA VEZ Q LLENAN SAN CALOS APOKINDO ( LA PRIMERA PARA LA FINAL DEL 2002 ANTE RANGERS, Y LA SEGUNDA LA DEL MIERCOLES PASADO ANTE A BANDA)... PUES CREO QUE NI SIQUIERA EN LA FINAL DE LA INTERAMERICANA Q JUGARON REEMPLAZANDO A SAO PAULO LLENARON SU CANCHA...

T ACUERDAS DE ALGUNA OTRA OCASION EN Q ESTOS AMARGOS HAYAN LLENADO SU ESTADIO QUE NO HAYA SIDO PARA EL RECITAL DE MARS VOLTA CUANDO EL AMARGO DE MORRISEY NO LOS DEJO TOCAR MAS TIEMPO?? (JAJAJAJJA)

SALUDOS WASHO

Pasión por la *7* dijo...

creo que pa la sudfamericana, semifinal contra boca, gol de schiavi, ahi tb llenaron.