En la Gazzetta de mañana (martes 10 de septiembre) viene una lista con los sueldos de todos los jugadores de la máxima categoría del fútbol italiano.
El dato duro dice que, en total, los 20 equipos de la Serie A gastan $666 millones de euros, los que se dividen entre 494 jugadores profesionales, con una media de $1,34 millones per capita.
Cómo era de esperarse, el ránking lo encabeza Kaká -para mí, el mejor del mundo y también el mejor pagado dentro de Italia, pero muy lejos de los máximos precios de la Premier League inglesa-, quien cobra $6 millones cada 365 días.
Totti, segundo mejor pagado y puntero entre los nacionales, se embolsa $5,4 millones al año.
El Inter, club al que parece que el dinero le sobra, le paga $5 millones a Adriano (no inscrito en la nómina de Champions League y sin convocatorias durante esta temporada), Vieira (buen jugador, pero suspendido partido por medio) e Ibrahimovic (aquí sí puede justificarse).
El otro italiano top es Buffon, portero de la Juve, con 5 gorditos.
Entre los sueldos de jugadores que cambiaron de club dentro de Italia, o llegaron desde el extranjero, son dignos de mención los $3,5 millones que cobra Chivu (rumano llegado al Inter desde la Roma), los $3,2 de Emerson (contratado como alternativa por el Milan, ¿los vale?), los $3 de David Suazo (hondureño, que pasó del Cagliari al Inter), los $2,6 de Tiago (portugués, quien llegó a la Juve procedente del Lyon), y los $2 de Alexandre Pato (brasileño, ex jugador del Inter de Porto Alegre y actualmente en las filas del Milan).
Sorprende que entre los mejor pagados de la península no se cuenten latinoamericanos, pese a que argentinos y uruguayos son muy requeridos, y en menor medida, paraguayos, colombianos y chilenos. No tengo conocimiento de jugadores bolivianos, peruanos, ecuatorianos ni venezolanos en la primera de Italia.
El dato curioso, y que revela la predilección de Berlusconi por Kaká, es que Digao, hermano del astro brasileño (no tengo idea de qué juega), cobra $1 millón de la divisa europea. Sin duda, un cariñito.
Más allá de los reproches morales que a todos nosotros nos pueden producir estas cifras , es un acto sano la publicación de los salarios de los jugadores, ya que no falta el desubicado que dice que se va de un club europeo a otro para "asegurar su futuro" (como hace poco señaló Davi Álves, con ocasión de no haber pasado del Sevilla al Real Madrid): muchachos, una cosa es asegurar el futuro y otra muy distinta es querer vivir como reyes sin mover un dedo después de jugar al fútbol un par de años.
El dato duro dice que, en total, los 20 equipos de la Serie A gastan $666 millones de euros, los que se dividen entre 494 jugadores profesionales, con una media de $1,34 millones per capita.
Cómo era de esperarse, el ránking lo encabeza Kaká -para mí, el mejor del mundo y también el mejor pagado dentro de Italia, pero muy lejos de los máximos precios de la Premier League inglesa-, quien cobra $6 millones cada 365 días.
Totti, segundo mejor pagado y puntero entre los nacionales, se embolsa $5,4 millones al año.
El Inter, club al que parece que el dinero le sobra, le paga $5 millones a Adriano (no inscrito en la nómina de Champions League y sin convocatorias durante esta temporada), Vieira (buen jugador, pero suspendido partido por medio) e Ibrahimovic (aquí sí puede justificarse).
El otro italiano top es Buffon, portero de la Juve, con 5 gorditos.
Entre los sueldos de jugadores que cambiaron de club dentro de Italia, o llegaron desde el extranjero, son dignos de mención los $3,5 millones que cobra Chivu (rumano llegado al Inter desde la Roma), los $3,2 de Emerson (contratado como alternativa por el Milan, ¿los vale?), los $3 de David Suazo (hondureño, que pasó del Cagliari al Inter), los $2,6 de Tiago (portugués, quien llegó a la Juve procedente del Lyon), y los $2 de Alexandre Pato (brasileño, ex jugador del Inter de Porto Alegre y actualmente en las filas del Milan).
Sorprende que entre los mejor pagados de la península no se cuenten latinoamericanos, pese a que argentinos y uruguayos son muy requeridos, y en menor medida, paraguayos, colombianos y chilenos. No tengo conocimiento de jugadores bolivianos, peruanos, ecuatorianos ni venezolanos en la primera de Italia.
El dato curioso, y que revela la predilección de Berlusconi por Kaká, es que Digao, hermano del astro brasileño (no tengo idea de qué juega), cobra $1 millón de la divisa europea. Sin duda, un cariñito.
Más allá de los reproches morales que a todos nosotros nos pueden producir estas cifras , es un acto sano la publicación de los salarios de los jugadores, ya que no falta el desubicado que dice que se va de un club europeo a otro para "asegurar su futuro" (como hace poco señaló Davi Álves, con ocasión de no haber pasado del Sevilla al Real Madrid): muchachos, una cosa es asegurar el futuro y otra muy distinta es querer vivir como reyes sin mover un dedo después de jugar al fútbol un par de años.
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