SIN EXCUSAS

Colo Colo sale a enfrentar a Huachipato con la obligación de vencer, luego de la victoria de Católica por 4-1 frente a Melipilla.

Las dudas en el cuadro popular pasan por Riffo, Sánchez y Suazo (casi nada), aún resentidos, pese al parate de fecha FIFA.
Por disposición administrativa (y no deportiva, que quede claro) el partido se juega en Collao y no en Higueras, lo que ha despertado ciertas suspicacias en la Precordillera, las cuales no tienen ningún asidero, ya que en rigor, Católica, luego de los incidentes producidos ante O'Higgins, debiera dar gracias de ser aún locales en San Carlos.
Además, el hecho de que Huachipato haga de local en Collao frente a Colo Colo no es novedoso, puesto que las 8 mil localidades del recinto de Talcahuano resultan absolutamente insuficientes en consideración a la importancia del encuentro.
Finalmente -y la pregunta cae de cajón- ¿no prefieren los dirigentes siderúrgicos embolsarse la recaudación de 30 mil personas, versus las 10 mil de su recinto más toda la "familia miranda" (que superaría ampliamente el número de entradas vendidas)?
La respuesta es evidente, si se atiende al hecho de que Huachipato tiene prácticamente un puesto asegurado en la liguilla Pre-Copa Sudamericana.

Independiente del recinto, el hecho de la "localía" colocolina es indesmentible, puesto que después de Santiago, Concepción es, fundadamente, la plaza más colocolina de Chile. Incluso, la conocida "doble militancia" de muchos hinchas de Férnandez Vial (conocido como "el Colo Colo del Sur") da cuenta de esta circunstancia.

En síntesis, el ambiente del encuentro será ampliamente favorable a la escuadra de Borghi, que de no mediar inconvenientes, alineará con:
(3-4-1-2) Cejas; Mena, Riffo (Jara), Henríquez; Fierro, Meléndez, Villarroel, Vidal; Hernández; Sánchez (Lorca), Suazo.

Colo Colo no tiene excusa para no salir airoso de este lance, puesto que aun mermado, logró imponerse a Universidad Católica: hoy, con alineación titular, no existe justificación que valga ante el juego pausado, lateral, típico y archiconocido de los de Salah.

En este sentido, la casi segura vuelta del capitán Henríquez aportará esa dosis de ímpetu y valor que a veces extraña este plantel demasiado borghista.
La inclusión de Vidal en la medular supondrá, en la práctica, una línea de 3 en la contención, conformando una suerte de trivot, otorgándole a Fierro más libertad de movimiento en ofensiva, constituyéndose en una suerte de puntero derecho.

Tampoco sería extraño que, a fin de marcar al Pinino Mas, Colo Colo adopte una línea de 4 en el fondo en posiciones defensivas, ya sea con Mena o Jara marcando el lateral derecho y Vidal en el opuesto, con dos contención bien marcados y dos salidas en la forma de Hernández y Fierro.

Los argumentos más poderosos del cuadro acerero lo constituyen su buen arquero -aunque esta temporada flanqueado por una defensa notablemente más débil que la del semestre pasado- y las jugadas de balón detenido, con la liebre Riveros o Morales en la ejecución e Iván Drago Ruíz y Firulais Contreras en el cabezazo, además de la rapidez que aportan Yáñez y Jaime González en ofensiva.

Ojo con los infiltrados acereros en el Cacique -Millar, Jara y Lorca- quienes conocen al dedillo la forma de trabajo de Arturo Salah y seguramente habrán informado oportunamente al Bichi.
Especial atención merece Gonzalo Lorca, quien viene de anotar por Chile y que se juega un puesto para el próximo semestre en el plantel: condiciones no le faltan; de lo otro, bastante.

Creo que Colo Colo, porque será local, porque presentará formación estelar, por peso específico de individualidades, por experiencia, por favoritismo y porque Católica ganó ayer, está obligado a triunfar y no tiene excusa alguna al respecto: un triunfo en este encuentro y habrá puesto una seria hipoteca sobre el tricampeonato, que de todas formas, se definirá la próxima semana.