Colo Colo goleó a Everton por 5-3, con goles de Mancilla (x2), Riffo, Fernández y Suazo. Los 3 goles de Everton fueron obra de Uribe. Lo importante es que el partido, más allá de ser un espectáculo para el espectador imparcial, dejó en claro varias cosas:
1.- La defensa alba mejoró notablemente. Los números dicen 3 goles en contra. Pero hay que hacer un análisis más fino: Los 3 goles vinieron de pelota parada. El primero fue un cabezazo impecable de Uribe que evidenció desconcentración de la retaguardia, quizás por la holgada ventaja que daba el 3-0 antes del descanso. Sin embargo, el error no sólo debe achacársele a la defensa, ya que en pelota detenida es el equipo el que defiende, y dependerá del trabajo en la semana, el cómo se marca, quién es el que grita, etc. Es decir, hay un problema táctico y de concentración muy puntual que puede ser corregido.
Los otros dos goles fueron casi calcados. Uribe remata desde la derecha al palo supuestamente custodiado por Bravo. El primero fue una picardía, si se quiere, en tanto que Bravo aún ordenaba la barrera cuando se ejecutó el lanzamiento. El segundo, fue netamente error del arquero, pues era su palo y ya estaba avisado. Luego me dedicaré exclusivamente a Bravo.
Lo cierto es que con el ingreso de Mena y la recuperación de Riffo -excelente como líbero-, la defensa ganó todos los mano a mano que tuvo y Bravo, aparte de las pelotas detenidas, no tuvo trabajo.
Ojo con Henríquez: al saberse Capitán y titular indiscutible, está jugando terrible, muy lento y sin voz de mando. De todas formas, se vió mejor de stopper -que es su puesto- que de líbero. En mi opinión, la titularidad la merecen Mena y Riffo. Henriquez, Aceval, Ayala y González pelearían por el otro lugar. Lo rescatable es que pese a que no es del gusto de Borghi, Mena se ha sabido ganar un puesto, y eso habla de que finalmente el DT no es tan ortodoxo como dice. Ojalá que siga en esa línea, por otros errores que voy a comentar.
2.- El doble pivot (Sanhueza - Villarroel) funcionó como un mejor filtro, y eso ayudó a que la defensa sufriera menos enfrentamientos directos. Si Sanhueza logra afiatarse con Meléndez, serán un tándem de primerísima línea. Otra concesión de Borghi.
3.- Por los bordes Colo Colo hace la diferencia. El joven Alejandro Vásquez jugó un partidazo por la banda izquierda, lo que es positivo porque le pone presión al titular Jerez y porque es una alternativa absolutamente válida. Por derecha, Leal apenas cumplió con la suficiencia. Por suerte Ormeño estará presto en los próximos partidos.
4.- Un enganche. Fernández parece jugar mejor solo que acompañado -y opacado- por Valdivia. Le sienta mucho mejor la compañia por las bandas que otro enganche junto a él. Será el más perjudicado por el esquema en que piensa Borghi una vez que empiece a jugar Meléndez.
5.- Uno por fuera y otro por dentro: Mancilla se destapó con dos goles, feos si se quiere, pero que demuestran que daña en el área. Fierro moviéndose por fuera parece su compañero ideal. Suazo es un dulce problema, porque si bien a mí me gusta más jugando abierto, Borghi insistirá en ponerlo a él de "9", "chocando" con el purranquino.
6.- Demasiados intocables: El mayor problema de Colo Colo son los intocables, públicamente declarados así por Borghi. Se dice que existen dos tipos de DT: los que hacen la diferencia entre suplentes y titulares y que les gusta que digan su "11" de corrido (Mourinho, Capello, Basile, Merlo) y los otros que prefieren la rotación y a los que "están mejor", que cada puesto se pelee a diario y para los que no existen intocables (Passarella, Ancelotti).
Borghi es una rara mezcla de ambos estilos. Su formación titular parte con Bravo, Henríquez, Riffo, Sanhueza, Valdivia, Jerez, Fernández y Suazo. Los demás puestos se pelean o se rotan. El esquema puede cambiar, pero los intocables no salen nunca. Y eso hace que jueguen en posiciones que no les son naturales, o que se estorben entre sí. Para más, los "suplentes" saben que hay sólo 3 puestos disponibles. Con ello, el camarín inevitablemente se resiente, los jugadores no rinden porque no existe la sana competencia por el puesto, los que no juegan resignan sus chances y si les toca jugar, lo hacen nerviosos y mal.
Los casos insignes de este equipo son los de Bravo, Henríquez y Valdivia. El arquero, si bien es cierto que no ha tenido gravitante influencia en la cantidad inusual de goles que ha recibido, se nota demasiado aburguesado y seguro de su puesto. Hoy fácilmente pudo salir expulsado, pero el árbitro le "perdono la vida" al mostrarle amarilla por reclamar airadamente luego del segundo gol y patear la pelota directo a un contrincante.
Henríquez -que además lleva la jineta- no logra encontrar su forma, está lento y no logra ordenar la defensa. Si bien siempre aparece bien ubicado, no transmite la confianza necesaria que requiere su condición de Capitán. Además, ha sido amonestado constantemente, y reclama poco en los cobros en nombre del equipo, dejando que compañeros bastante más airados, se hagan amonestar infantilmente.
Valdivia, con la "10", se da lujos de jugador veterano. Aparece y desaparece, gambetea, simula, hace lujos y para más, se hizo expulsar. Pero que se le va a hacer: es el más intocable de todos.
7.- El futuro: Con la incorporación de Meléndez, la formación titular de Colo Colo se perfila con:
(3-2-3-2): Bravo; Riffo (L), Henríquez (Ayala), Mena; Sanhueza, Meléndez; Fernández, Valdivia, Jerez; Suazo, Mancilla (Fierro).
La formación se ve excelente. El problema estará en los que no jueguen. ¿Qué hacer con 4 laterales derechos si se juega con línea de 3? Ormeño, Villarroel, Ruíz y Leal serán muy perjudicados por el nuevo sistema. Fernández tendrá que jugar más abierto por derecha, lo que no me parece mal porque siempre lo he visto más como un "8" que como "10". Habrá que trabajarlo en ese sentido, aunque creo que Borghi no concuerde conmigo y lo hará jugar libre junto a Valdivia, estorbándose. Habrá que "sacrificar" a uno entre Suazo y Mancilla: los dos están para la titularidad, pero Borghi prefiere que Suazo sea la figura y difícilmente lo pondrá abierto asistiendo a Mancilla, hombre netamente de área, para que el purranquino se lleve los aplausos.
Fierro se complementa bien con ambos, pues no tiene problema en jugar de extremo. Complicada decisión.
8.- Los egos: el futuro esplendor albo está íntimamente ligado a los egos internos del equipo, partiendo por el mismo DT, quien no atiende razones y es muy tozudo, aunque de a poco va haciendo concesiones.
Bravo se merecería unos partidos de castigo interno, a ver si despierta y retoma su nivel; por lo demás, siempre que Varas entró, jugó bien.
Podría darse un "duelo" entre Henríquez y Ayala por un lugar titular en la retaguardia: no me extrañaría que si Henríquez sigue tan bajo, la jineta pase a Sanhueza...
Sanhueza y Meléndez darán que hablar: son dos patrones del mediocampo, y por el bien del equipo, es mejor que se entiendan. Caso contrario podría estallar una crisis.
Fernández y Valdivia: Matías tendrá que acoplarse al juego del "10" y no viceversa. Éste si que será un choque de egos.
Finalmente, la clave pasa por pensar a los jugadores como parte de un equipo, y no que el plantel se transforme en el "equipo de unos pocos" y el resto, sólo relleno. Esa es la verdadera tarea de Borghi.
1.- La defensa alba mejoró notablemente. Los números dicen 3 goles en contra. Pero hay que hacer un análisis más fino: Los 3 goles vinieron de pelota parada. El primero fue un cabezazo impecable de Uribe que evidenció desconcentración de la retaguardia, quizás por la holgada ventaja que daba el 3-0 antes del descanso. Sin embargo, el error no sólo debe achacársele a la defensa, ya que en pelota detenida es el equipo el que defiende, y dependerá del trabajo en la semana, el cómo se marca, quién es el que grita, etc. Es decir, hay un problema táctico y de concentración muy puntual que puede ser corregido.
Los otros dos goles fueron casi calcados. Uribe remata desde la derecha al palo supuestamente custodiado por Bravo. El primero fue una picardía, si se quiere, en tanto que Bravo aún ordenaba la barrera cuando se ejecutó el lanzamiento. El segundo, fue netamente error del arquero, pues era su palo y ya estaba avisado. Luego me dedicaré exclusivamente a Bravo.
Lo cierto es que con el ingreso de Mena y la recuperación de Riffo -excelente como líbero-, la defensa ganó todos los mano a mano que tuvo y Bravo, aparte de las pelotas detenidas, no tuvo trabajo.
Ojo con Henríquez: al saberse Capitán y titular indiscutible, está jugando terrible, muy lento y sin voz de mando. De todas formas, se vió mejor de stopper -que es su puesto- que de líbero. En mi opinión, la titularidad la merecen Mena y Riffo. Henriquez, Aceval, Ayala y González pelearían por el otro lugar. Lo rescatable es que pese a que no es del gusto de Borghi, Mena se ha sabido ganar un puesto, y eso habla de que finalmente el DT no es tan ortodoxo como dice. Ojalá que siga en esa línea, por otros errores que voy a comentar.
2.- El doble pivot (Sanhueza - Villarroel) funcionó como un mejor filtro, y eso ayudó a que la defensa sufriera menos enfrentamientos directos. Si Sanhueza logra afiatarse con Meléndez, serán un tándem de primerísima línea. Otra concesión de Borghi.
3.- Por los bordes Colo Colo hace la diferencia. El joven Alejandro Vásquez jugó un partidazo por la banda izquierda, lo que es positivo porque le pone presión al titular Jerez y porque es una alternativa absolutamente válida. Por derecha, Leal apenas cumplió con la suficiencia. Por suerte Ormeño estará presto en los próximos partidos.
4.- Un enganche. Fernández parece jugar mejor solo que acompañado -y opacado- por Valdivia. Le sienta mucho mejor la compañia por las bandas que otro enganche junto a él. Será el más perjudicado por el esquema en que piensa Borghi una vez que empiece a jugar Meléndez.
5.- Uno por fuera y otro por dentro: Mancilla se destapó con dos goles, feos si se quiere, pero que demuestran que daña en el área. Fierro moviéndose por fuera parece su compañero ideal. Suazo es un dulce problema, porque si bien a mí me gusta más jugando abierto, Borghi insistirá en ponerlo a él de "9", "chocando" con el purranquino.
6.- Demasiados intocables: El mayor problema de Colo Colo son los intocables, públicamente declarados así por Borghi. Se dice que existen dos tipos de DT: los que hacen la diferencia entre suplentes y titulares y que les gusta que digan su "11" de corrido (Mourinho, Capello, Basile, Merlo) y los otros que prefieren la rotación y a los que "están mejor", que cada puesto se pelee a diario y para los que no existen intocables (Passarella, Ancelotti).
Borghi es una rara mezcla de ambos estilos. Su formación titular parte con Bravo, Henríquez, Riffo, Sanhueza, Valdivia, Jerez, Fernández y Suazo. Los demás puestos se pelean o se rotan. El esquema puede cambiar, pero los intocables no salen nunca. Y eso hace que jueguen en posiciones que no les son naturales, o que se estorben entre sí. Para más, los "suplentes" saben que hay sólo 3 puestos disponibles. Con ello, el camarín inevitablemente se resiente, los jugadores no rinden porque no existe la sana competencia por el puesto, los que no juegan resignan sus chances y si les toca jugar, lo hacen nerviosos y mal.
Los casos insignes de este equipo son los de Bravo, Henríquez y Valdivia. El arquero, si bien es cierto que no ha tenido gravitante influencia en la cantidad inusual de goles que ha recibido, se nota demasiado aburguesado y seguro de su puesto. Hoy fácilmente pudo salir expulsado, pero el árbitro le "perdono la vida" al mostrarle amarilla por reclamar airadamente luego del segundo gol y patear la pelota directo a un contrincante.
Henríquez -que además lleva la jineta- no logra encontrar su forma, está lento y no logra ordenar la defensa. Si bien siempre aparece bien ubicado, no transmite la confianza necesaria que requiere su condición de Capitán. Además, ha sido amonestado constantemente, y reclama poco en los cobros en nombre del equipo, dejando que compañeros bastante más airados, se hagan amonestar infantilmente.
Valdivia, con la "10", se da lujos de jugador veterano. Aparece y desaparece, gambetea, simula, hace lujos y para más, se hizo expulsar. Pero que se le va a hacer: es el más intocable de todos.
7.- El futuro: Con la incorporación de Meléndez, la formación titular de Colo Colo se perfila con:
(3-2-3-2): Bravo; Riffo (L), Henríquez (Ayala), Mena; Sanhueza, Meléndez; Fernández, Valdivia, Jerez; Suazo, Mancilla (Fierro).
La formación se ve excelente. El problema estará en los que no jueguen. ¿Qué hacer con 4 laterales derechos si se juega con línea de 3? Ormeño, Villarroel, Ruíz y Leal serán muy perjudicados por el nuevo sistema. Fernández tendrá que jugar más abierto por derecha, lo que no me parece mal porque siempre lo he visto más como un "8" que como "10". Habrá que trabajarlo en ese sentido, aunque creo que Borghi no concuerde conmigo y lo hará jugar libre junto a Valdivia, estorbándose. Habrá que "sacrificar" a uno entre Suazo y Mancilla: los dos están para la titularidad, pero Borghi prefiere que Suazo sea la figura y difícilmente lo pondrá abierto asistiendo a Mancilla, hombre netamente de área, para que el purranquino se lleve los aplausos.
Fierro se complementa bien con ambos, pues no tiene problema en jugar de extremo. Complicada decisión.
8.- Los egos: el futuro esplendor albo está íntimamente ligado a los egos internos del equipo, partiendo por el mismo DT, quien no atiende razones y es muy tozudo, aunque de a poco va haciendo concesiones.
Bravo se merecería unos partidos de castigo interno, a ver si despierta y retoma su nivel; por lo demás, siempre que Varas entró, jugó bien.
Podría darse un "duelo" entre Henríquez y Ayala por un lugar titular en la retaguardia: no me extrañaría que si Henríquez sigue tan bajo, la jineta pase a Sanhueza...
Sanhueza y Meléndez darán que hablar: son dos patrones del mediocampo, y por el bien del equipo, es mejor que se entiendan. Caso contrario podría estallar una crisis.
Fernández y Valdivia: Matías tendrá que acoplarse al juego del "10" y no viceversa. Éste si que será un choque de egos.
Finalmente, la clave pasa por pensar a los jugadores como parte de un equipo, y no que el plantel se transforme en el "equipo de unos pocos" y el resto, sólo relleno. Esa es la verdadera tarea de Borghi.
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