martes, septiembre 25, 2007

CON LA PLUMA PARADA

Jugando su mejor partido en lo que va de semestre, Colo Colo consiguió un valioso empate 1-1 en Bogotá ante el local Millonarios, por los octavos de final de la Copa Sudamericana.

A casi 3.000 metros de altura, en un estadio repleto y contra un equipo que hace de la pierna fuerte su arma principal, el tricampeón del fútbol chileno se plantó con oficio y sólo se vio superado en los primeros instantes del encuentro y en las postrimerías del mismo.

El bloque defensivo albo se mostró sólido, salvo el sector derecho, donde Fierro se vio constantemente sobrepasado por el buen volante zurdo Estrada.
El trío conformado por Riffo (brillante en los cierres, impasable por arriba, oportuno en sus descuelgues en ofensiva y claro en la salida, un jugador realmente de excepción), Mena (en su mejor temporada) y Carrasco asoma como la titular para lo que resta del año.
Muñoz, por su parte, es mucho menos espectacular que Wirth, pero es sobrio y transmite seguridad en el arco. Además, tuvo un par de salvadas notables.

El mediocampo estuvo muy activo y sólo se le puede reprochar que se echó demasiado atrás, regalando varios metros al cuadro azul, pero fue bastante certero al hacer circular el balón.
Mención especial para el capitán Arturo Sanhueza, quien guapeó a todo el equipo rival, recuperó muchas pelotas y fue uno de los más lúcidos en ofensiva.

Giovanni Hernández jugó lo que sabe, recibiendo siempre sin marca y tocando de primera hasta que el físico se lo permitió (venía saliendo de una lesión y estuvo en duda su titularidad). No gravitó demasiado, pero se agradece el esfuerzo y sobretodo, el cómo aguantó todo lo que le pegaron, porque sus compatriotas lo buscaron el partido entero.
Rubio, golazo aparte, no entró en la dinámica del encuentro, asistió poco a Biscayzacú, pero de todas formas es bastante evidente que la dupla que forma junto al uruguayo debe ser la titular.

Respecto de Bieler, todo lo que se diga es poco: no aguanta la pelota, no cabecea, no la pide, remata débil, no apura en la salida del rival y no termina bien las jugadas (propició tres contragolpes que casi terminan en gol de los colombianos).
Es cierto que está muy falto de confianza, pero más allá que de aquí a fin de año marque uno que otro gol, es sin duda la gran decepción de este Colo Colo y no se explica la razón por la que Borghi lo prefirió a Lorca, quien quizás no sea el crack que necesita el Cacique, pero por lo menos era de la casa y no ocupaba cupo de extranjero. Por cierto, hoy anotó en su debut en Holanda.

La sensación que queda es que por fin apareció el equipo, con los nombres que se perfilan como titulares, aunque la banda izquierda y el puesto de "9" parezcan sin dueño fijo.
Me hubiese gustado que en vez de Bieler, entrase Cereceda y de esa forma se podría haber liquidado de contra, pero en general Borghi acertó con el equipo inicial y los cambios.

Para el partido de vuelta, habrá que tener especial atención con Estrada y Ciciliano, los dos mejores del cuadro colombiano.
Ello, unido a la esperanza de un arbitraje decente (el peruano Rivera dejó pegar demasiado a los locales), la fortaleza de local del cuadro popular y el apoyo de la hinchada, debería bastar para eliminar a un conjunto de Millonarios que no parece colombiano por su forma de jugar y que con un resultado adverso, no podrá entrar en el juego que más le gusta, el de la fricción y disputa.

La pluma, al parecer, se paró en el momento preciso. Que no se baje.

*** aquí los goles. El crédito para http://charlatecnica.blogspot.com

lunes, septiembre 17, 2007

CLÁSICOS DE DOMINGO

Ayer, domingo 16 de septiembre, se jugaron casi en paralelo dos clásicos que tienen el poder de paralizar a toda una ciudad por la pasión con que se viven y que muchas veces pasan desapercibidos por el centralismo exagerado de los respectivos países.
Me refiero a Newell¡s - Rosario Central y Santiago Wanderers - Everton, que más allá de las evidentes e históricas diferencias de las ligas a que pertenecen, generan un efecto muy similar.



De partida, las coincidencias entre estos cuatro equipos no son escasas.
Cuestiones como el mal manejo dirigencial, que permite a dirigentes locales ganar un protagonismo exagerado con todos los beneficios -económicos sobretodo- que ello conlleva y sin la estridencia generada por los errores que se cometen en equipos grandes capitalinos, la eterna sombra del descenso, la gran cantidad de buenos jugadores nacidos de sus semilleros, la fidelidad de sus hinchadas, el orgullo de los colores que representan mucho más que una ciudad, transformándose en algo así como una contestación al centralismo político y social propio de este lado del Mundo y lo más importante, que pese a ser equipos muy tradicionales, rara vez disputan palmo a palmo el campeonato, pero tienen en el clásico un trofeo que vale tanto como aquél, son cuestiones inherentes a estos clubes.



Alguno me podrá señalar que mientras al clásico de la Quinta Región asisten en promedio 15 mil personas (a veces más, otras menos), en el rosarino el número bordea los 30 mil espectadores, pero no se debe perder de vista que la población de Valparaíso y Viña del Mar, sumadas ambas ciudades, ascidende casi a 500 mil habitantes, mientras que en Rosario la cifra es fácilmente el doble.
El asunto no es una cosa cuantitativa, sino cualitativa.



De manera más o menos reciente, tanto Newells como Wanderers supieron ser campeones y en ese momento, la situación que se vivió fue muy similar: el pueblo leproso hizo caravana desde Rosario hasta Avellaneda, repletando el antiguo estadio de Independiente para ver a su equipo coronarse Campeón del Apertura 2004, mientras que en el 2001, una procesión de buses y automóviles provenientes de Valparaíso logró teñir de verde, con casi 50 mil almas, el mismísimo Estadio Nacional para ver al wanderito Campeón del último de los torneos largos de nuestro país.
Como dato: ni siquiera Católica, considerado uno de los equipos grandes de nuestro país, llenó el Nacional para ¡la final de Copa Libertadores!.
Y aunque los cruzados tienen el pretexto de haber sido goleados en el partido de ida jugado ante Sao Paulo en la final del '94, es una cuestión que ilustra el enorme arrastre del cuadro caturro, siendo, creo yo, el único equipo de provincia capaz de realizar semejante hazaña.



La lástima para todos nosotros amantes de la fiesta del fútbol, es que estos clásicos, por no ser capitalinos, nunca tienen la cobertura deseada, se juegan en horarios poco gratos (a las 12 del día el último clásico de Wanderers contra Everton, en plenas fiestas patrias...) y la televisión raramente los transmite, lo que ciertamente acentúa esa mezcla de rechazo a la capital y orgullo local.


lunes, septiembre 10, 2007

LOS PRECIOS DE LA SERIE A

En la Gazzetta de mañana (martes 10 de septiembre) viene una lista con los sueldos de todos los jugadores de la máxima categoría del fútbol italiano.

El dato duro dice que, en total, los 20 equipos de la Serie A gastan $666 millones de euros, los que se dividen entre 494 jugadores profesionales, con una media de $1,34 millones per capita.

Cómo era de esperarse, el ránking lo encabeza Kaká -para mí, el mejor del mundo y también el mejor pagado dentro de Italia, pero muy lejos de los máximos precios de la Premier League inglesa-, quien cobra $6 millones cada 365 días.
Totti, segundo mejor pagado y puntero entre los nacionales, se embolsa $5,4 millones al año.
El Inter, club al que parece que el dinero le sobra, le paga $5 millones a Adriano (no inscrito en la nómina de Champions League y sin convocatorias durante esta temporada), Vieira (buen jugador, pero suspendido partido por medio) e Ibrahimovic (aquí sí puede justificarse).
El otro italiano top es Buffon, portero de la Juve, con 5 gorditos.

Entre los sueldos de jugadores que cambiaron de club dentro de Italia, o llegaron desde el extranjero, son dignos de mención los $3,5 millones que cobra Chivu (rumano llegado al Inter desde la Roma), los $3,2 de Emerson (contratado como alternativa por el Milan, ¿los vale?), los $3 de David Suazo (hondureño, que pasó del Cagliari al Inter), los $2,6 de Tiago (portugués, quien llegó a la Juve procedente del Lyon), y los $2 de Alexandre Pato (brasileño, ex jugador del Inter de Porto Alegre y actualmente en las filas del Milan).

Sorprende que entre los mejor pagados de la península no se cuenten latinoamericanos, pese a que argentinos y uruguayos son muy requeridos, y en menor medida, paraguayos, colombianos y chilenos. No tengo conocimiento de jugadores bolivianos, peruanos, ecuatorianos ni venezolanos en la primera de Italia.

El dato curioso, y que revela la predilección de Berlusconi por Kaká, es que Digao, hermano del astro brasileño (no tengo idea de qué juega), cobra $1 millón de la divisa europea. Sin duda, un cariñito.

Más allá de los reproches morales que a todos nosotros nos pueden producir estas cifras , es un acto sano la publicación de los salarios de los jugadores, ya que no falta el desubicado que dice que se va de un club europeo a otro para "asegurar su futuro" (como hace poco señaló Davi Álves, con ocasión de no haber pasado del Sevilla al Real Madrid): muchachos, una cosa es asegurar el futuro y otra muy distinta es querer vivir como reyes sin mover un dedo después de jugar al fútbol un par de años.